Julieta
No sabía qué pensar. Era como si el pasado y el presente se hubieran unido de golpe. Un pasado lleno de dolor, carencias y rencores... y un futuro que, por primera vez, parecía prometedor. Donde podría tenerlo todo. No solo una carrera en medicina, no solo un hogar… también una familia, eso que perdí. Ese lugar donde pudiera ser yo misma, donde al fin hallara paz.
Qué tontos somos a veces, deseando tantas cosas, cuando en el fondo necesitamos tan pocas. Y, aun así, esa voz dentro de mí me susurraba que creyera en él. Que no podía estar mintiéndome… aunque ya lo había hecho. No me había contado toda la verdad de lo que pasó aquel día, hace tanto tiempo.
—Sombras de la Noche fue una buena manada —comenzó Damián—. Hasta que murió alfa Rogelio, mi tío. Mi padre tomó el control, y desde ese momento... fue un desastre. Nora y yo hicimos lo que pudimos, desde lejos, con ayuda de otros alfas. Intentamos que entrara en razón, el rey tenía que mantenerse al margen, y él se aprovechó de