Eva
— Realmente, alfa Damián está teniendo la peor racha —decía el Duque mientras revisaba unos informes en el laboratorio.
—Sí, y que alfa Horacio esté aquí no es ningún buen indicio. Nora tenía razón en mandarnos a salir todos de ahí —suspiré, pensando en si ya ellos sabrían que nos habíamos infiltrado para robarles sus secretos en su propia manada.
—Y tú también has estado bastante ocupada, mi querida Eva. ¿Me vas a contar finalmente qué pasa entre tú y el beta? —me preguntó sin levantar la mirada de los papeles.
—No sucede nada entre el beta y yo —respondí digna.
—¿En serio? No lo conozco, pero no dejas de voltear para ver cuándo va a venir. Y también Magnus me dijo que estabas bastante extraña con él. ¿Ya le enseñaste tus colmillos? —me preguntó el muy creído.
—¡No he hecho tal cosa!. Además, Magnus es un viejo cascarrabias.
—Todos sabemos que aquí Magnus es el menos viejo de todos nosotros —respondió sencillamente, y yo lo miré profundamente ofendida. —No tiene nada de malo. Sie