Eva
¿Qué por todos los colmillos y vampiros antiguos?
Se suponía que íbamos a un pasaje seguro. Estábamos en tiempos turbulentos, sí, pero habíamos asegurado cada detalle para evitar precisamente esto. Magnus había ido y venido mil veces, y ese grandote era un hombre difícil, obsesivo con la seguridad. ¡Era un alfa, por la luna!
Y aun así, aquí estábamos, en pleno ataque sorpresa. Les juro que por poco me encuentran con la guardia baja. Solo escuchaba gritos, la ceniza cayendo como nieve oscura, y a los guerreros disparando, lanzando flechas, cualquier cosa… contra un enemigo invisible. El aire se calentó de golpe, abrasador, como si hubiéramos caído en el aliento de un dragón. La tierra temblaba, se sentía diferente, aquí había algo diferente.
—¡Cuidado!
Otra esfera incandescente se disparó, más certera, más veloz. La esquivé con mis brazos mientras alrededor estallaban maldiciones y el crujido de la tierra respondía como si hablara. Vi cuerpos convertidos en antorchas vivientes, y