Chiara dijo que él se molestaría por organizar una fiesta de bebidas en el lugar sagrado donde descansa su madre, pero él parece igual de emocionado que yo pues no me ha reprochado nada y me siguió por todo el laberinto hasta llegar al cementerio.

En cuanto llegamos y la luz de las velas ilumina el camino hasta la lápida de Gudrun, finalmente me doy cuenta que no he soltado su mano y avergonzada me disculpo. Ery ríe y me dice algo como “¿No habías dicho que querías permiso para ser una chica mala?” nuevamente esa sensación cálida en mi pecho me ataca y me aclaro la garganta señalando nuestros respectivos lugares para sentarnos. Él a la izquierda y yo a la derecha.

Luego, pareciera que la adrenalina se le ha terminado porque en lugar de sentarse se aclara la garganta y me pregunta si estoy segura de querer hacerlo aquí. Solo vamos a tomar, tampoco es que sea tan atrevido el asunto.

—Ajá, siento que esa persona sería súper divertida para tomar en compañía. Es un lugar tranquilo y nadie vendrá aquí ¿cierto?

Ery gruñe pero no parece que sea por estar molesto.

—No creo que sea apropiado ponernos ebrios frente a mi madre…

— ¿Tienes miedo de que salga su fantasma y te regañe? —Digo con una sonrisa pícara.

—No, es solo que el lugar de descanso de un muerto no es para... hacer fiestas.—No sé por qué dijo Hershey que es un lobo malo si es demasiado correcto.

Le digo "fiesta" pero no es una fiesta de verdad sino un momento especial en el que dos personas se sinceran mientras toman. Él sigue sin entender mi explicación o está demasiado nervioso de recibir el castigo divino de su madre por hacer algo así.

—Hmmm…

— ¿Quieres que le pida permiso a Gudrun? —Aunque yo ya lo hice, decidí preguntarle de nuevo— Luna Gudrun, espero que no le moleste que traiga a su hijo para conversar. Y como tengo la misión de beber con él y la única forma en que puedo sincerarme es con un buen trago, pido su permiso para irrumpir un rato en su tranquilidad.

—Cady, estás loca... y creo que esa locura es contagiosa porque ya estamos aquí abriendo las cervezas y sentados frente a su tumba.

—Je, je, espera, traje unos vasos pon el tuyo al enfrente.

— ¿Para qué el vaso si se puede desde la lata?

Me sorprende que sepan lo que es una lata… de verdad, están los tiempos mezclados aquí tan extrañamente que me da mucha pena saber que yo haya escrito este mundo tan incoherente.

—Porque así no haremos trampa. —Digo finalmente decidiendo ignorar mi propia vergüenza—Son vasos de 200ml.

Ery ríe entre dientes.

—Madre, perdona esta blasfemia.

— ¿Dijiste algo?

—No, continúa. Enséñame lo que es una fiesta de bebidas al estilo Cadence.

Sonrío de nuevo y le muestro ambos vasos llenos hasta el ras.

—Es sencillo. Los ebrios y los niños son los más sinceros ¿no? Podemos medir nuestro nivel de alcohol dependiendo de cuan sinceros podamos ser.

— ¿Y cómo se puede medir esa “sinceridad”?

Esto de aquí es un vaso, cada quien tiene enfrente uno. Nos tomaremos turnos y haremos una sola pregunta al otro, si no se quiere responder a la pregunta deberá beber hasta la mitad o todo el vaso dependiendo de la dificultad de la pregunta.

También deberá beber si responde con una mentira.

—Entonces básicamente es una excusa para tomar el trago y obtener respuestas en un interrogatorio exhaustivo. —Dice poniendo su mano en la barbilla como si dudara un poco.

—Más o menos— Digo haciendo pausa— Entonces…

— Ya que establecimos las reglas del juego podemos comenzar--

¡Espera!

— ¿No habías dicho que no se puede dar vuelta atrás?

Y no me retracto… pero, antes de comenzar debes saber algo... Cuando estoy "achispada" digo cosas que normalmente nunca haría, puede que diga cosas que te hagan enojar o sea extremadamente sincera, entonces...

—Cady, prometo no enfadarme. Escucharé todo y prometo que no le diré a nadie. Soy tu aliado, un confidente, sabes que puedes contar conmigo.

Esas palabras me recuerdan tanto a alguien...

¿Quién?

—De acuerdo. Promete que no te pondrás como con el asunto de "Eardwulf"

Como si fuéramos unos locos haciendo un picnic en un cementerio mientras contamos historias de terror, ambos comenzamos el intercambio de preguntas y respuestas.

—Comienza tú.

—De acuerdo ¿Cuál es tu verdadera edad?

— ¡Paso! —Tomo el vaso frente a mí y tomo el primer gran trago.

—Oye, no debe ser tan difícil contestar algo así ¡te has bebido medio vaso!

— ¡para mí si tiene importancia!

—Seguro, solo quieres beber…

— ¡Bien, sigo yo! ¿A dónde fuiste las noches que no regresaste a nuestra habitación?

— ¡Paso! — de inmediato agarra el vaso y toma un gran trago que casi llega a la mitad.

—Vaya, parece que hiciste algo muy malo si casi te lo terminas...

—Lo dice quien se niega a decirme su edad

—De acuerdo te lo diré.  Tengo 24 años ¿contento?

— ¿24? —Piensa un rato como si no pudiera creerlo— ¡¿Eres mayor que yo?!

—Y como mi cumpleaños es en Noviembre, en este mundo quizá tenga 25 pronto.

—No puedo creerlo ¡casi cuatro años de diferencia!

—Bien haz tu pregunta, aunque me has desperdiciado el no responder pues de todos modos tomé el trago.

— ¿Alguna vez te ha manoseado alguien que no sea yo? Eardwulf por ejemplo.

Vaya pregunta más atrevida.

—No sabría decir si cuenta como manoseo como tal pero, si, solo una vez... aunque no fue nada serio, solo estábamos actuando para sentir de manera más real la escena de una novela.

—Toma ese trago.

— ¿Eh? ¿Por qué?

—Debe ser una mentira ¿de verdad no hiciste nada más?

Sí, estoy segura de ello. Solo me dejó con las ganas de llegar hasta el final pero eso no se lo voy a decir.

—Al menos nada que pueda recordar.

—Bien. Digamos que has dicho la verdad. Te toca.

— ¿Tienes segundas intenciones esta noche?

— ¡Paso!

— ¡Qué sucio! ¿En serio? ¡¿frente a tu madre?!

Eso explica completamente por qué dijo que haría una blasfemia. Es un pervertido.

—No creo que podamos sincerarnos si nos juzgamos por no responder.

—De acuerdo. Haz tu pregunta, Alfa pervertido.

— ¡Bien! ¡Si vas a llamarme un pervertido seré un completo pervertido!

Oh... creo que he provocado demasiado a Ery.

— ¿te has masturbado alguna vez?

— ¡Eso es algo demasiado sucio y personal!

— ¿sí o no? —Dice acercándome el vaso.

—Si...lo hice.

—No escuché ¿podrías repetirlo?

—Dije...hice...

—De nuevo, no te escuché-- 

— ¡Dije que sí! ¡Puedes deleitarte con eso! ¡Me toqué y me vine por primera vez! ¡¿Contento?!

—Vaya y me llamas sucio cuando tú lo eres mucho más. 

¡Si quiere jugar con fuego yo también lo haré!

—Bien sigo yo ¿Por qué no te gusta hablar sobre tu primera metamorfosis?

— ¡PASO! —Toma el resto del trago y sirve un vaso entero que bebe hasta el fondo.

—Vaya--

— ¡Dijimos que sin juzgar!

—De acuerdo, te toca preguntar ¿Alguna otra pregunta sucia y turbia para saciar tu morbosa curiosidad?

— ¿Te gusta o te gustó alguna vez Eardwulf?

Con la sola mención de ese hombre todo a mí alrededor se detiene excepto los latidos en mi pecho.

— ¡PASO!

—Increíble---

— ¡Dijimos sin juzgar!

—Tch, entonces te haré una pregunta sencilla... ¿Alguna vez has besado a alguien? Digo, me refiero a ese lugar extraño del que vienes.

—....Te dije que era virgen hasta de labios...

—Penalización. Bebe todo el vaso.

— ¿Qué? ¡Respondí!

—Estás mintiendo.

—No, no lo hice.

—Esa pausa sospechosamente larga no parece ser sincera. —La seriedad en su voz no me agrada.

—No estoy segura porque suelo olvidar muchas cosas, así que no lo recuerdo incluso si pasó. 

—Especifica.

Porque hay una noche que olvidé completamente y tengo mis dudas de lo que sucedió. Fue durante la boda de mi mejor amiga, ya sabes que desde mi abuela mis emociones estaban demasiado bajas... así que tomé vino rosado hasta que esa mañana amanecí semi desnuda en una cama de hotel. Había pasado la noche con un completo extraño al que solo vi en la boda y me dejó dinero como si fuera una prostituta---

— ¿Entonces tú...? —Dice conteniendo su molestia.

— ¡He hecho tanto contigo como para saber que al menos eso no sucedió! — Digo de inmediato— ¡No sentí nada extraño en mi entrepierna y dejó un único mensaje en burla, pero aclaró completamente que no pasó!

No sé si nos besamos pero al menos en lo que respecta a ser virgen, estoy segura que morí completamente sin haberlo hecho... salvo por la primera y única masturbada de mi vida.

— Un extraño pasó la noche contigo estando inconciente... ¿Acaso en tu mundo todos los hombres son unos degenerados?

—Por eso los detesto con todo mí ser.

—Entonces me detestas.

— ¡No, hace mucho dejé de verte como una molestia!

—Incluso cuando soy pervertido y mi libido es alto... por favor, debes odiarme demasiado.

— ¡Para nada! Admito que a veces eres... ¿extraño? demasiado, pero no es molesto como para odiarte... en realidad me gustas.

—Tú también eres muy extraña. Y también me gustas.

El silencio que nos sigue es incómodo y por alguna razón siento que me queman las mejillas, debe ser el alcohol que comienza a hacerme de las suyas ¡Qué horror va a creer que me gusta o algo así!

— ¡No lo dije en el sentido de gustar como...! ¡Me refiero a que eres agradable!

—Lo sé, Friendzone, te toca. 

Nuevamente el silencio incómodo me hace sentir como si esa palabra quisiera decir algo malo. Chiara me gruñe también, aún sigue molesta.

Es la primera vez que bebo para obtener algo y no para olvidar. Porque, cuando bebo, al menos la sensación me hace sentir entre la realidad y la fantasía. Nunca creí que tendría que volver a hacer esto.

La mayoría de las veces no recuerdo ni lo que sucedió el día anterior, espero que en este mundo no me pase lo mismo. Quiero recordar lo que Chiara me ha dicho que olvidé... Aquello que es muy importante.

Pero luego pienso, si fuera tan importante no lo habría olvidado ¿o sí? Que hablando de aquello que me es imposible olvidar por más que lo deseo…

— ¿Ery Avery, tienes una gran agenda de mujeres tú también?

— ¿Perdón?

—Claro, aquí no existen las agendas. —Digo con un tono sarcástico— Entonces digamos en el hipotético caso que en el enlace mental puedes agregar a muchos lobos… ¿Son más hembras que varones?

Ery traga saliva y lo hace tan grueso que el sonido se escucha fuerte y claro antes de empinarse todo el vaso.

¡Lo sabía!

—Dijiste que sin juzgar.

— ¡Intento no juzgarte! ¡Tch! mujeriego…

— ¿Qué dijiste?

—Nada. Te toca.

No sé por qué esperaba que no lo fuera. Es como pedir que llueva en un desierto.

— ¿Qué significa “M4m0n”?

—…Es un insulto.

— ¿Crees que no sospecho que lo sea? Quiero el significado.

—Alguien que es grosero, déspota, desconsiderado y egoísta. —Él parece recibir una pedrada tras otra sin embargo no he terminado— También que es de mentalidad pequeña e inepto.

— ¿Todo eso en una sola palabra? —Dice Ery sin poder disimular su molestia.

—Dijiste sin juzgar.

Ery pellizca entre sus ojos y el puente de la nariz, luego respira hondo diciendo un “Te toca” sin mirarme a los ojos.

—Pero ya no usaré más esa palabra. Lo prometo.

—Incluso si lo dejaras ya le has enseñado esa palabra a mi lobo y no ha parado de insultarme con ella.

— ¡PFFFT! —Digo sin poder contener la risa.

—Eso es serio, mi propio lobo me falta al respeto.

—Ya somos dos. —Digo llenando ambos vasos hasta el tope—Chiara se niega siquiera a hablarme hasta que haya arreglado mis diferencias contigo.

Ambos suspiramos. Pareciera que cuesta demasiado sincerarse, solo he respondido algunas preguntas y Ery no responde casi ninguna.

—Cambiemos un poco las reglas, Ery. —Tomo un gran trago aunque no es por penalización— Quien hace la pregunta debe beber también si el otro no responde.

—No. — Tapa mi vaso y se bebe el resto del contenido sin importarle que haya tomado antes de ahí. —Hagamos esto mucho más interesante. Quien hace la pregunta deberá beber si no recibe una respuesta y quien no responda…

Ery se relame los labios mientras desata el listón en mi pecho. Mis ojos se abren como platos y observo hacia la tumba de Galia mientras trago saliva grueso.

— ¡Deberá desnudarse!

¡No puedes ser tan atrevido frente a tu madre!