Acto I- Prescindible ~

No fue hasta el amanecer que por fin pude darme cuenta de las consecuencias que conlleva una noche de desenfreno con alguien insaciable como el Alfa de una novela cachonda con lobos.

De verdad, no sé cómo ninguna de esas historias menciona a detalle que además del fuerte dolor de cadera, la fatiga y el dolor muscular, queda una sensación como si te hubieran dejado un hueco enorme “ahí abajo” como describen la intimidad en algunas de esas novelas obscenas.  

Es lógico, con un grosor y tamaño así es imposible que el cuerpo vuelva a ser el mismo después de tal invasión.

'Pues yo me siento de maravilla'

Porque tú no tienes este cuerpo para sentir lo que llega después de amanecer tras varias sesiones de sexo.

Después de que me quedé dormida durante alguna parte de la noche, pensé que ahí acabaría, pero ese Alfa pervertido me despertó lamiendo mi entrepierna con el pretexto de limpiarme. Spoiler, no lo hizo. En su lugar acabé ensuciándome más debido a mis propios fluidos. Después, con el miembro duro como un diamante, sin dejar de sacudir su longitud dijo que lo había provocado y que si mi entrepierna ya estaba así de húmeda era por mi deseo el cual iba a saciar con mucho gusto.

Lo hicimos de nuevo. Esa vez no me dolió, el placer que sentí no voy a negarlo, pero a Ery no le basta con una o dos veces. Al igual que los rumores que rondaban de mi ex jefe y editor, no paró hasta que de verdad no pudiera moverme más… En este caso creo que Ery al ser más joven es peor, mucho peor. Después de hacerlo esas dos veces y dejarme temblando como venado recién nacido me llevó hasta el buró y me embistió frente al espejo. No estaba muy segura qué me parecía más excitante, si su rostro lascivo que se asomaba detrás de mí, mi propia boca abierta jadeando o las marcas en mi cuerpo que me había dejado la noche anterior. Continuamos haciéndolo hasta que Ery finalmente soltó un gruñido gutural y cayó sobre mí completamente exhausto.

Menos mal que de los 24 centímetros originales lo reduje 2cm… Debí bajarle más.

La resistencia de un Alfa es aterradora.

Cada momento de nuestro acto animal pasó rebobinando como una película en cuanto me encontré todos los fluidos que salían de mi interior.

Tras recordar todos los sucesos de anoche no puedo evitar mis mejillas ardientes encenderse al rojo vivo. Nunca creí que tener relaciones fuera algo así de increíble.

Su olor está impregnado en toda la cabaña, es más intenso que antes y también percibo sudor asi como un fuerte olor a nuestro sexo.

Como puedo nuevamente me levanto. Tras descubrir que tengo entumecidas las piernas, termino buscando refugio entre las sábanas y la suavidad de la cama nuevamente.

Aunque palpo el lugar donde aún permanece su olor,  está frío. Ery se ha ido, incluso después de todo ese ejercicio, aún tuvo ese desgraciado la fuerza de despertar y caminar como si nada.

Estoy demasiado adolorida como para levantarme. Siento rabia, molestia, asco. Tampoco es que espere que me llene de flores y elogios ahora que por fin pudimos tener nuestra primera noche.

Sin embargo...

'Querías que se quedara y amanecer a su lado'

Tampoco es para tanto.

'Eso no es pedir demasiado, Cady. Desear amanecer al lado de tu ser amado es algo completamente natural'

¡¿Qué has dicho?!

'Dije que es perfectamente natural--'

¡No eso, lo otro! Sobre amanecer con tu ser... ¡¿Qué?!

'Ser amado'

¡No lo amo! ¡Incluso si Ery en el frenesí del momento mientras lo hicimos dijo que me amaba, eso fue meramente el vínculo que le obligó a decirlo!

Lo mismo va para mí, esto que sucedió anoche no debió suceder, no el que me haya entregado a ese deseo porque yo también quería hacerlo… Pero ya cuando pasó a más de dos veces el dejarle hacer lo que quisiera conmigo, fue por el desgraciado vínculo. Se cumplió la misión, punto.

'Sí, claro...'

Hablo en serio, Chiara.

Además, aún sigue vigente que Ery solicitó permiso para tener dos esposas y que el consejo presiona la unión con Freya.

— ¡Ah, maldición! ¡Olvidé por completo que estoy molesta con Ery por eso!

¡Estúpido deseo! ¡Si ese tramposo no me hubiera seducido de esa manera no habría dejado que me tocara jamás!

Fue su culpa, cuando dijo que ha visto mis ojos color ámbar perdí el control.

<<Misión cumplida, la recompensa ya se encuentra en tu inventario>>

Espero que la recompensa valga la humillación que me hizo pasar.

<<La recompensa perla de precepto ya se encuentra en el rosario, los objetos de recompensa ya se encuentran en el inventario>>

De inmediato mi respiración se detiene.

Veo en mi muñeca y mis ojos arden al encontrarme con aquella cuenta.

El color rosa pálido y virginal es obvio con respecto a su nombre "primera noche" finalmente hemos consumado la noche de bodas y no solo eso... Lo hicimos con todas las letras y en distintas posiciones.

<<La misión "Haz gemir al Alfa" se ha completado al 80%>>

¡¿No fue suficiente con todo lo que hicimos ayer y en la madrugada?! ¿Qué acaso ese desgraciado no tiene alma como para gemir un poco?

— ¡Tonta! ¡Te dejaste llevar por ese Alfa pervertido tan fácilmente!

¡Incluso me dejó como mujerzuela en la cama y se fue sin decirme nada!

Juro que está vez no le perdonaré tan fácil... Ahora que lo hemos hecho no hay necesidad de tener más sexo. No completaré esa misión de hacerle gemir, que se complazca a sí mismo o con su segunda esposa.

Esto tiene que acabar, lo de anoche fue un deseo, algo que se salió de control porque de alguna manera lo necesitaba desde antes de morir y terminar en esta historia tan incongruente. Ya debería estar satisfecha con esto.

Eso hare, le diré que lo que pasó ayer y en la madrugada fue algo de una sola vez.

****

¿Cómo hacen las protagonistas de estas historias para poder caminar al día siguiente tras recibir el tamaño monstruoso y el vigor de un protagonista tan bruto?

Siento aún el vacío que dejó entre mis piernas. Apenas puedo caminar con el temblor de mis piernas, de milagro puedo sostenerme para llegar a la casa de la manada. Estúpido Ery, me dejó lejos en una cabaña a muy larga distancia de la manada...

— ¡Cady Cad!

Hershey me llama en la distancia antes que acabe de caer al suelo.

— ¡¿Por la diosa, estás bien?!

—Si se le llama estar bien el después de que el Alfa descargó todo su deseo sobre mí al grado que apenas puedo caminar... Entonces estoy de maravilla… viva.

—Ese Alfa no tiene sentido común ¡Era tu primera vez! Parece que ni el entrenamiento de resistencia pudo con su fuerza.

Pues si no hubiera entrenado creo que me habría muerto con toda esa fuerza que tiene. Creo que si pude resistir como gran guerrera fue gracias a Hershey y su entrenamiento.

— ¿Pero qué haces aquí? El Alfa dijo que nadie te molestara en la cabaña porque estarías exhausta.

— ¿Eso dijo?

— ¿Quieres que diga las palabras explícitas que usó?

—Omite eso, por favor.

Hershey me sostiene con su hombro como apoyo, aunque me preocupa más cargarle mi peso completo ya que está embarazada.  Sin embargo este pequeño gesto me viene de maravilla.

— ¿Dolió tanto como creíste? —Me pregunta entre curiosidad y con la intensión de distraerme del dolor.

—Sentí que me iba a partir en dos. Pero no se compara a lo que sucedió después, cuando me aventó a la segunda ronda, siento como si me hubiera convertido en lobo y hubiera recorrido kilómetros de distancia en maratón.

Hershey se ríe bajo.

—Te llevo a tomar un baño relajante. Eso ayudará a reducir el dolor muscular.

Cuando llegamos a la manada es Jerome quien nos ve a las dos en la entrada y corre a ayudar a su esposa.

Hershey a pesar de que son pareja no me gruñe ni se molesta de que Jerome me lleve en brazos hasta los baños. Él insiste mucho en que su esposa repose y que me deje en manos de la señora Thunderhowl, Hershey se niega y se aferra a llevarme por su cuenta.

—Es un momento de chicas, Jerry.

Él asiente y ambas entramos a bañarnos. Hablamos sobre todo lo que ha sucedido en estos días así como la estupidez del alfa al pedir dos esposas.

Incluso le dije mi molestia porque me dejé llevar por él debido a sus palabras y como luego me dejó sola esta mañana.

Hershey niega con la cabeza, está molesta por su actitud tan descuidada y poco romántica.

Al notar que ella se equivoca en lo que cree que tenemos Ery y yo, le pongo un alto y le explico que no lo amo.

— ¿Qué has dicho?

—Eso mismo. Incluso si somos pareja designada por la luna, tú sabes que desde el principio le rechacé y que no empezamos con cordialidad ni confianza. Aunque estamos casados continuamos peleando constantemente, además... No soy la verdadera…

—Qué más da si empezaron con el pie izquierdo o tropezando por un risco ¡Todos somos testigos de que ustedes dos se quieren!

—Le quiero, no lo niego. Pero no como eso que llama “amor” la mayoría de la gente.

—A ver si entiendo, lo quieres y te atrae, sientes que se te va el aire cuando estás cerca de él y te afecta que esté con Freya... ¡Eso es amor!

—No lo es.

— ¡Por supuesto! ¡Estás celosa!

¡¿”Amor”?! ¡¿”Celos”?! ¡Eso es absurdo! Además de que es un sentimiento inútil que acaba por matarte al dejarte vulnerable cuando termina, no puedo enamorarme del Alfa ¡De él jamás! ¡Mucho menos sabiendo que comparte la apariencia física de alguien a quien he jurado que jamás ver como un hombre! No solo he fallado en el aspecto de quererlo ¡También me he entregado a él como un número más de sus conquistas nocturnas!

Eso es lo que más me afecta de todo esto. Que sea igual a él.

—No importa como lo vea, si te afecta tanto es porque---

— ¡No, no puede ser amor!

Mi voz resuena como un eco entre las grandes paredes del baño y el techo. Hershey me observa con gran sorpresa en sus ojos y la boca abierta como si viera algo impresionante.

—Cad... ¿Tu lobo tiene los ojos de color ámbar?

Ahora la sorprendida soy yo. Veo mi reflejo en agua y en efecto son amarillos, iguales a los míos, como Cadence Beckham. No solo eso, mi cabello... Se ha vuelto de un tono marrón entre claro y oscuro.

***

Después de bañarnos en silencio sin mencionar lo que Hershey notó en el baño, me apresuró a salir y me vestí lo más rápido que pude con el vestido que ya me había preparado la señora Thunderhowl. Hershey no dejó que me viera y recibió todo en mi nombre agradeciendo las atenciones de la Omega que fue casi una madre para Ery. 

Preocupada me veo en el espejo y mis ojos continúan de color ámbar, el cabello volvió a ser el de la protagonista original. Menos mal.

— ¡Cad--! ¡Luna!

Hershey me sigue por el pasillo mientras me apresuro a buscar la habitación. Ella ya sabe mi secreto pero no me siento preparada para que vea la gran diferencia que hay entre la hermosa protagonista principal y yo.

En medio de la persecución ambas nos encontramos de frente con Ery quien no se encuentra solo. Está con Freya tomada de su brazo. Sus manos están aferradas a él, sus ojos son brillantes de un azul como el cielo bajo el sol, cabellos dorados y perfectos que complementan perfectamente con el tono oscuro del cabello y color de ojos de él. Maldición, se ven tan bien juntos que no puedo evitar mofarme con acidez.

Son como el día y la noche, dos perfectas mitades. 

Él me ve y las cuencas de sus ojos se expanden tanto de par en par que puedo ver perfectamente el color de su iris como cielo nocturno, creo que intenta decirme algo cuando me doy la vuelta y corro con todas mis fuerzas.

Al menos ese baño me sirvió un poco porque el dolor en mi cuerpo no se compara con el peso en mi interior y la falta de aire. Hasta que me encuentro cerca del laberinto, solo entonces mis pasos finalmente se detienen.

Si voy hacia el laberinto él sabrá dónde encontrarme. Si voy hacia el camino de la cabaña también, lo mismo me espera en la habitación. Veo con frustración que no tengo ningún lugar al cual ir hasta que el viento me baña entre pétalos de rosas.

Si me encuentro de casualidad con Sieg tal vez pueda explicarme por qué Ery ha liberado al consejo de sabios. Después de todo el padre de mi supuesto esposo es parte de ese consejo y debe estar al tanto de las decisiones que se han tomado.

Sin embargo no es Sieg lo que hay después del camino de rosas en el edificio alejado de la manada.

— ¿Cuñada?

Es Etzel, el hermano menor de Ery.