-Hanna Sinclair-
Mis ojos se expandieron como platos al ver a mis dos amores frente a nosotros y ahora, tener el calor del abrazo de mi hija me llenaba por completo.
-Hanna ¿Estás bien?-me pregunta un Bruno preocupado, su rostro tiene un moretón y debe haber dolido.
-¿Quién te hizo esto?- me acerqué a él y revisé su mentón y creo que ahí lo notó pues se quejó.
-No es nada mi diosa.
-¿Cómo que no es nada papá? Ese energúmeno que está ahí fue mamá y nos dijo cosas horribles -Miré hacia donde me indicaba mi hija y mi hermano Peter se escondía tras las faldas de mi madre.
-¿Fuiste tú pollerudo? ¿Quién te crees para golpear a ...
-Vamos cariño, que no fue nada -me detiene Bruno y niega con la cabeza-. La que me importa... nos importa eres tú.
-Estoy bien, pero tu carita... Ayer fue tu hombro y ahora mira ese moretón, definitivamente tendré que comprar compresas para mantener en casa.
-¿Y mejor no será que no nos involucremos en accidentes locos y puños voladores?
-Tienes un punto