EMILIA
Durante la noche no pude pensar en otra cosa más que en Sofía y el hecho de que era media hermana de los dos. Era algo que no me hubiera esperado y no sabía si decirle la verdad ayudaría. Lo tenía que pensar muy bien, pues ella siempre había sido la favorita de mi papá. Por ahora dejaría de lado el tema, pero sabía que no lo podía dejar de lado por mucho tiempo.
Sentí que Brandon se había movido con mucho cuidado para no despertarme. Lo vi levantarse con el teléfono en mano y salir al pasillo, donde respondió. Al principio no le di importancia, pero mi curiosidad pudo más.
El murmullo de su voz me dio un mal presentimiento, pues no sabía qué era tan importante que lo había hecho salir de la cama y hablar como si se tratara de un secreto prohibido.
Me incorporé en la cama, desorientada, con la sábana enredada en las piernas y el cabello más salvaje que mi dignidad en una mala mañana. Miré hacia el pasillo y vi la luz tenue encendida donde estaba él con el teléfono pegado e