EMILIA
Me había tenido que alejar de Brandon, tan pronto llegamos a la empresa. Yo me había arreglado y maquillado lo mejor posible, para tener esa apariencia de la esposa plástica a la que le gusta gastar el dinero de su marido. También era una manera de guardar mi identidad como Bishop Moon, pues no quería que nadie se enterara de eso. No estaba lista, y no sabría si en algún momento lo estaría.
El edificio de producción de Starlight tenía un ritmo completamente distinto al resto de la empresa. Allí, entre luces potentes, monitores gigantes, bocetos de vestuario y actores ensayando líneas del guion de Bishop Moon, el caos creativo se sentía casi acogedor. Caminé por el pasillo con paso firme, aunque por dentro me sentía como una bomba a punto de estallar.
Mi objetivo era claro. Tenía que encontrar a Leo y hablar con él antes de que la paranoia me ganara por completo. Quería avances sobre Renata, sobre cualquier hilo suelto, algo que me hiciera sentir que estábamos un paso adelante.