―Dante… ―lo llamó Anna cuando el lobo cerró los ojos
“No quiero” ―gruñó Damon, cuya voz parecía alejarse― “Ese pasado no es nuestro… Al menos, no completamente”
“Damon…”
“¿Qué pasa si lo vemos y cambiamos? ¿Quién nos asegura que seguiremos siendo nosotros?”
“Seguiremos siendo nosotros” ―dijo Dante con seguridad
“¿Cómo puedes afirmarlo?”
“Porque nosotros la encontramos” ―respondió tajante ― “Ella no nos dejará perdernos”
Ante las palabras y la seguridad de su parte humana, Damon volvió a acercarse a la superficie, por lo que esta vez, Dante fue capaz de sentir su miedo y las dudas que atormentaban a su lobo. Consiente de aquello, el joven suspiró.
― ¿Y si no queremos recordar eso… todavía? ―preguntó en voz alta antes de mirar a Gael y después a Desa
―Entonces no lo haremos ―respondió Gael de inmediato ―No queremos forzarlos a nada, sólo ofrecí una opción ―agregó aligerando el ambiente ―Podemos seguir buscando otras formas para romper el sello, tal vez tardemos, pero… ―
―Esperen ―interv