Capítulo 9.2: Inesperado encuentro.
Al notar que Anna parecía realmente irritada, Egan soltó una risita, pues al parecer, Zeth comenzaba a conocer los malos hábitos de la joven.
― ¿Qué sucede? ―preguntó divertido cuando Anna se enfurruñó y se cruzó de brazos
―Nada, Zeth aún sigue ocupado y me dijo que nos iremos mañana temprano ―gruñó Anna
―Oh, entonces el plan de adelantar camino ha quedado completamente descartado ―dijo él tomándola por la cintura para guiarla de regreso a la mansión
―Eso parece ―gruñó Anna nuevamente ―Dijo que el día había sido largo y que lo mejor era descansar, sin embargo, si me lo preguntas, creo que sólo está retrasando su visita a los Guardianes de Plata, aunque, bueno, entiendo que esté nervioso ―
― ¿Nervioso? ¿Por qué? ¿Qué relación existe entre ellos? ―
― ¿No te lo dijo Dante? ―preguntó Anna deteniendo su andar
―No, ha estado ocupado con el abuelo, y Nero, bueno, él no ha querido decirme nada para respetar la privacidad de su hermano, lo que sea que signifique eso ―gruñó Egan ―Odio no estar