Capítulo 4.2: La familia real.
Ante la aparición del joven, Alastor soltó un suspiro aliviado.
Lucía cansado, sí, pero estaba entero y deseoso por continuar luchando.
Verlo así, de alguna manera, trajo a la memoria de Alastor el día en que él y Chloe habían llegado a su manada. Gael era un poco arisco y sobreprotector con todos aquellos a los que él apreciaba, le alegraba que al menos una cosa hubiese cambiado.
― ¿Papá? ―lo llamó Gael
―Sí, muchacho, vamos a terminar con el circo de ese infeliz ―dijo Alastor antes de clavar sus ojos en un reloj de pared detrás del joven ― ¿Ese reloj funciona? ―
―Sí ―dijo Anna débilmente al mismo tiempo que se sentaba en la orilla de la cama con la ayuda de Dante ― ¿Qué sucede? ¿Para qué necesitas a Emmet y a Gael? ―
―Solo dos horas…. ―susurró Alastor
― ¿Hijo? ¿Qué pasa? ―preguntó Idylla con preocupación
―Sé los explicaré en un minuto ―dijo Alastor dejando a su hijo en el suelo antes de sentarse junto a Anna, quien no apartó sus ojos de él ― ¿Estás bien mi pequeña? ¿Recuerdas algo de