Capítulo 18.6: Autocontrol.
En silencio, Alastor, Gael y Leben, esperaron a que Tabatha exhalara su último aliento para poder moverse de sus lugares. En cuanto esto pasó, Leben se apartó del ahora inerte cuerpo de la mujer, mientras que Gael, se acercó para comprobar cada punto vital.
―Murió ―dijo Gael en voz alta
―Cúbrela por favor, Leben ―le pidió Alastor al capitán
―Sí, alteza ―respondió el hombre apresurándose a tomar una sábana blanca del carrito de Gael
― ¿Vamos por el que sigue? ―le preguntó Gael a Alastor
―No ―respondió Alastor negando con la cabeza
― ¿Por qué? ¿Qué sucede, alfa? ―
―Sé que te hice una promesa, pero no quiero que te ensucies las manos, puedo hacerlo yo sólo, no necesito herramientas ―dijo Alastor con firmeza antes de abandonar la celda ―Prefiero que me esperes aquí, aunque, créeme, cuando termine con él, no vas a tener que certificar su muerte ―
―Pero, papá… ―susurró Gael, quien sabía que en los pasillos no había micrófonos ― ¿En qué estás pensando? ―
―En matarlo con mis propias manos ―gr