Capítulo 10.2: Puerta por puerta.
―Todo fue muy rápido ―respondió al fin ―Vi Arzeth, la zona dorada, un café, una mujer de cabello rizado y de color negro ―describió detalladamente ―Aunque las imágenes fueron sólo un flashazo, yo… escuché una voz… También vi un muro de ladrillos, sangre… Mi sangre ―agregó dirigiendo su mirada hacia su palma izquierda
―La mujer… ¿era ella? ―preguntó Desa con cautela
Dante cerró los ojos y asintió lentamente.
―Su rostro era borroso, pero la voz, era familiar ―respondió en un susurro al abrir los ojos nuevamente ―Era ella, estoy seguro de que era Tabatha ―
La revelación del joven alfa cayó como una piedra en medio del grupo, dejando entre ver que Tabatha había estado mucho más cerca de lo que querían admitir.
Inquieta y con el corazón en un puño, Anna se acercó a Dante con cautela, como si temiera devolverlo a aquel lugar que, por fuera, parecía poco placentero.
―Cariño… ―lo llamó en voz baja al acuclillarse frente al círculo para poder verlo mejor
Al sentirla cerca, esta vez él no tardó