“Em, ¿De verdad pudo ser tan específica sólo con mi nombre y algo de mi sangre?”
“No, en su mayoría fueron conjeturas” ―respondió Emmet ― “La lectura del alma no da esa clase de información. Asumo que hizo alarde de sus conocimientos sobre la leyenda”
Al escucharlo, Dante tragó saliva. De verdad había sido ingenuo.
― “Entonces… ¿Usted sabe lo que tengo?” ―preguntó
― “¿En este momento?” ―preguntó Tabatha con voz socarrona ― “Nada, no tienes absolutamente nada muchacho” ―
― “¿Cómo es posible? ¿Cómo algo que casi me mata ha desaparecido, así como si nada?” ―
― “Honestamente, no sé que era lo que te afectaba, pero sí que puedo ver que todo está relacionado con una sola cosa…” ―
― “