Mathías y Zoe cumplieron con el pedido familiar de sus padres y se casaron, pero el amor solo llegó para uno de los dos... Mathías siempre fue optimista e intentó enamorar a su esposa con todos los detalles posibles pero eso no trajo más que dolor en su vida. La infidelidad, el dolor, la pérdida de la fortuna de su familia y posteriormente el divorcio de la única mujer que amó, hizo que él tuviera que buscar alternativas para poder sobrevivir. Un estudio, una nueva oportunidad de empleo y muchas pacientes desesperadas por su atención serían las que le darían el sentido a su vida. Acompáñame en ésta nueva historia llena de varios acontecimientos divertidos en la vida de Mathías.
Leer másMathías Blanco
Tengo 28 años y estoy casado desde los veintitrés con Zoe Parrish, aunque eso no fue más que un dolor de cabeza para mi. Además de algo que me trajo grandes penas, bajó mi autoestima, me destrozó el ego y me hizo descubrir que lloraría amargas lágrimas por una mujer.Una serie de acontecimientos trajo a mi grandes cambios, pero tal como le sucede a muchas personas, mi esposa me abandonó en ese momento haciéndome sentir aún más miserable y perdido.-Matt alguien dejó esto para ti- Susana quien está en portería me dejó un sobre con una expresión contrariada-Gracias Su, eres muy amable- Agradezco y tomo el sobre para ir finalmente a mi apartamento después de un día agotadorEntro y me quito la chaqueta junto a mi bufanda y los guantes. Preparo un café y me siento para mirar aquella correspondencia que me desconcierta y me genera cierta ansiedad.No doy crédito a lo que veo, en mis manos está la demanda de divorcio. Justo en el peor momento mi esposa, la única mujer a quien he amado decide abandonarme.- - - - - - -AÑOS ATRÁS...Mis padres son dueños de una cadena hotelera que ha pasado por varios problemas. Yo estudié administración de empresas para cuando llegara mi momento de heredar pero mis padres tenían otros planes.Yo no sabía que la herencia familiar estaba pasando por serios inconvenientes económicos y que por eso necesitaban una inyección de capital ni cuál sería el precio de aquello.-La única forma de salir adelante es con una alianza con los Parrish y para eso ellos piden una unión por medio de tu matrimonio con su hija Zoe- Explicaba mi madre tomando mis manos con una gran pena-Hijo si no deseas hacerlo lo entenderemos de verdad, fueron nuestras malas decisiones las que nos llevaron a esto y es injusto que seas tu quien deba pagar por nuestros errores- Mi padre se veía triste, cansado por toda ésta situaciónLos hoteles eran la herencia que teníamos, algo que amábamos y que obviamente daban sustento tanto a nuestra familia como a varios trabajadores. Haría lo que fuera por preservar nuestro patrimonio.No tenía nada que pensar, estar casado con una hermosa mujer por un lapso de cinco años no me suponía ningún sacrificio.Conocía a Zoe, habíamos coincidido en varios sitios y por eso sabía que era una preciosa modelo heredera de una fortuna aún mayor que la nuestra. Era refinada, educada y se mantenía fuera de los escándalos; tenía por tales cualidades cientos de pretendientes.Ella era pelinegra, esbelta, con su piel bronceada y unos ojos azules que cautivaban a quien mirara. Sus pestañas abundantes llamaban mucho la atención y hacia aún más llamativo el color de sus ojos. Con una nariz pequeña y respingada, unos labios ni finos ni gruesos que esbozaban tímidas sonrisas se convertía en un atractivo que robaba suspiros en cualquier hombre.Nos casamos sin amarnos pero hablamos sobre nuestros intereses previamente a la boda. Ella era una mujer muy centrada en sus objetivos y en su trabajo por lo que siempre me dijo que no debía interferir en el plano laboral.Estar tan cerca, dormir en la misma cama y asistir a reuniones sociales juntos dónde fingimos amarnos cuando la prensa nos entrevistaba o tomaba fotografías nos hizo aún más cercanos. Yo comencé a abrirme con ella y a mirarla con profundo cariño que fue creciendo con el tiempo y ella creí que sentía lo mismo por mi.Al cabo de un año de matrimonio comenzamos a tener relaciones y aunque no fue como esperé, le hice el amor. Allí le dije que la amaba por primera vez, pero por más que esperé oír lo mismo por su parte jamás llegó.Comencé a ser más detallista y atento, a mantenerme más cerca como todo hombre enamorado y preocupado por su esposa, pero ella siguió manteniendo sus reservas y una muralla impenetrable que me impedía acercarme más.Sentía que Zoe era fría y distante, de la timidez que me mostraba poco quedaba. Ella no era la misma mujer con quién me había casado y sospechaba que tal vez esa persona nunca había existido en realidad.Tras dos años de matrimonio no habíamos tenido grandes avances pero yo seguía siéndole fiel e intentando que lo nuestro funcionara.Hacíamos el amor pocas veces pero aunque era un poco fría me encargaba de encender el fuego en su interior y de hacerla alcanzar el orgasmo. Más tarde comprendí que era tal vez el único momento en el que estábamos más conectando y luchando por lo mismo. Fuera de la cama no compartíamos nada, ella poco me incluía en su vida y aunque yo si la tomaba en cuenta no era de su interés lo que yo hiciera.Sospechaba que pudiera tal vez estar engañándome pero jamás ví nada sospechoso en su actitud. Siempre sabía dónde estaba y al ser una figura tan pública era imposible que alguien no la fotografiara en los lugares que iba.Creí que nuestra relación tenía futuro y podía apostar por eso pero muy tarde me di cuenta de que yo era el único que luchaba y tenía fe por lo nuestro.Teníamos casi tres años de casados cuando Zoe me comunicó que dejaría las pasarelas para asumir su lugar como CEO en la empresa familiar y la apoyé. Siempre nuestra intimidad era complicada porque tenía que tratarla con mucha delicadeza para no dejarle ni una mínima marca en la piel, así que me puse feliz porque eso lograría que seamos más espontáneos y que no nos contengamos en los momentos de más pasión.Desgraciadamente que ella fuera CEO le consumía más tiempo que el modelaje y por eso menos aún la veía. Llegué a soñar con que fuéramos padres porque ella ya no podría arruinar su figura perfecta pero aunque se lo pedí no obtuve respuestas afirmativas ni una sola vez.-No estoy lista-Es muy pronto-No quiero ser madre aún-Me aterra la maternidad, es mucha responsabilidad para miFueron algunas de las excusas que se repitieron una y otra vez. Sentía desilusión y mucha, un deseo inconcluso que no hacía más que crecer porque me sentía listo para tal responsabilidad pero no podía forzarla.Realmente todo para nosotros aún cambiaría más, pero más aún para mi familia.NARRADORCon varios malestares, Ariadna estaba lista para celebrar el que sería su mejor cumpleaños. Tenía un novio maravilloso a su lado con quien estaba por formar una familia. Matthías siempre se preocupaba por ella y hasta la había consentido con su primer antojo a la madrugada. Los dos habían continuado trabajando, aunque Ariadna no hacía tan largas jornadas por más que se sentía bien porque Matthías se negaba a eso. Por primera vez se sintió amada y protegida, dejando atrás lo que le había sucedido cuando casi perdió la vida en manos de alguien que había perdido la razón.Matthías estaba muy ocupado con los preparativos del cumpleaños y Ariadna estaba intentando ayudar en ellos, pero no le era permitido ni siquiera cocinar para el día especial. Le había preguntado mil veces a su novio que haría, pero cuando intentaba participar en algo, automáticamente la novia de Chris le solicitaba su ayuda para algo. Todos sabían que ese día Matthías le pediría su mano y desde la distancia h
MATTHÍAS BLANCOChristopher me sacó de la empresa. Vi frente a mis ojos como el edificio estaba rodeado por periodistas que ya sabían todo lo que había pasado. También pude ver al padre de Zoe y no podía imaginar cómo el debía sentirse al saber que su propia hija le disparó a su esposa. Ellos fueron tan buenas personas, ¿Cómo fue que su hija se convirtió en esta clase de mujer? -La madre de Zoe tenía puesto un chaleco antibalas, ella está bien- Chris me dijo eso y me tranquilizó -¿Ella sabía que Zoe tenía un arma?- No entendía como podía ser eso posible -Yo sabía lo que haría y le pedí que usara uno- Me sorprendió aún más, ¿Cómo supo lo que pasaría? ¿Tanto poder tenía? ¿Por qué yo no lo sabía? -Cada día me sorprendes más, ¿Ahora que pasará?- Ví como Zoe era sacada en una camilla con paramédicos y también con oficiales de policía. También ví que su madre había salido en una camilla y no comprendí por qué si no tenía orificios de bala por haber estado usando el chaleco -Zoe escogió
MATTHÍAS BLANCOMiro cada documento frente a mi y no se como Zoe pudo ser capaz de tanto, ¿Qué mal le hizo mi familia? ¿Qué le hice yo? Si ella quería a otro hombre podría habérmelo dicho, pero en lugar de eso se quedó callada. Nada de lo que hizo tuvo sentido, ni lo tendrá para mí. ¿Qué clase de mujer es? Podríamos haber tenido un matrimonio de apariencia ante la sociedad y ella hacer su vida lejos del ojo público. Podríamos haber acabado teniendo una relación amigable y divorciarnos en buenos términos, ¿Por qué no? ¿Con que necesidad arruinó nuestras vidas? Examino los documentos una y otra vez. Recuerdo cada noche que ella me dijo que estaría trabajando y cada vez que no llegó a dormir al lugar que compartíamos. Ella me engañó en todo, pero lo que más me castiga es que yo me dejé engañar también. Fui un idiota cegado por su belleza, no hay más explicación que esa. Ella no fue ni cariñosa un solo día de lo que duró el matrimonio. -¿No fueron a la policía?- Les pregunto después de
MATTHÍAS BLANCOHablaría con mis padres, ellos tenían que saber lo que sospechábamos sobre Zoe y que estuvo detrás de mi que ocurrió con la cadena hotelera. No sé cómo no me di cuenta antes, ¿Tan ciego pude haber estado? Si cuando la empresa era manejada por los padres de Zoe todo era diferente y hasta existía prosperidad para nosotros por décadas. Me siento, en parte, responsable, ¿Cómo no sentirme así si ella fue mi esposa y posiblemente hizo todo eso a mis espaldas? Fui un grandísimo idiota que solo pensó en ella y en hacerla feliz, que estúpido. Llega la mañana y puedo decir que dormí poco. Tener que hablar con mis padres de esto me destroza, aunque no creo que ellos me culpen porque fui inocente, el más crédulo y hasta ciego de todos. Ari quería pasar el día con su familia y con solo mirarla comprendió por qué no estaría con ella. Hasta quiso saber si necesitaba su apoyo para afrontar la situación, pero no le robaría tiempo con quiénes ama. Hacía mucho tiempo que ella no viajab
MATTHÍAS BLANCOCon el embarazo de Ariadna me olvidé hasta de lo que quería hablar con mis padres. Todo pasó a segundo plano, sin buscarlo ni planearlo había recibido la mejor noticia de mi vida y con la mujer que amo. Ella se ve tan dulce, perdida, sorprendida y asustada que de verdad me conmueve con solo mirarla. He mirado esa prueba con ella mil veces para convencerla de que es una realidad lo que estamos viviendo. Entiendo sus miedos, pero nadie va a hacerle daño, ¿Cómo hacerlo si estamos todos más que enamorados de la noticia? Apenas nos enteramos de que tendremos una familia y ya estamos todos emocionados. -Esto es de verdad Ari, la más hermosa realidad, te amo y te cuidaré. Se que por lo que te pasó tienes miedo, pero yo no soy él y jamás haría algo para dañarte ni permitiría que alguien te hiciera daño- Vi sus ojos llenarse de lágrimas y no se si es por alegría, emoción o tristeza-Se que no tengo que tener miedo, pero no quiero perder este bebé- Puso las manos en su vientre
MATTHÍAS BLANCOQue hermosa sorpresa tener a todos reunidos juntos para vernos después de tanto tiempo. Con tantas preocupaciones y pacientes hay momentos en que no pienso en mi familia ni en cuanto los extraño, pero al abrazar a mis padres me doy cuenta de cuánto ellos me extrañaron y de la falta que también me hacían. Fueron tantas cosas las que ocurrieron y aún debo contarles lo que sospecho detrás de la pérdida de nuestro patrimonio. No sé que pensarán ellos porque se cuánto estiman a los Parrish, aunque no a Zoe, no se si estarán de acuerdo en realizar una investigación. Ariadna comienza a sentirse mal de repente y va corriendo al baño con las manos en su boca en el momento en que nos habíamos sentado a comer. Voy tras ella para intentar ayudarla en algo, al menos para saber si hay algo que pueda hacer para que se sienta mejor, pero cuando la veo devolver el contenido de su estómago hasta que ya nada le queda en su sistema es cuando más me preocupo aún. Verla de rodillas y con
Último capítulo