Esa mañana Cristal caminaba en dirección a su cubículo después de dejar a sus hijos en el Instituto — ¡AL FIN LLEGAS! — se escuchó el grito de su jefe apenas la vio por el pasillo — Te están esperando hace unas ¡horas! —
— ¿Quién espera por mí? — pregunto Cristal con duda.
— ¡LOS HERMANOS REAL! — le informo molesto — Quiero que te disculpés por tu error de ayer — este hombre obeso de 56 años siempre que podía le gritaba a pesar que era una de las mejores empleadas.
La empresa MACRO no tenía muchos años en el negocio el señor Isaac Miller era el jefe nombrado por los accionistas y no desaprovechó la oportunidad para demostrar su poder.
— Ya me disculpé con ellos, pero me sorprende que haya llegado temprano ayer quedamos que nos reunimos al mediodía — le menciono ella.
— ¡Vete a atenderlos! tienes otras inspecciones que revisar! ¡HOY! — le espetó molesto, Cristal suspiro sabía que la estaba castigando y a él no le gusta el hecho que ella era mejor que su hijo Isaac que era otro empleado en la compañía.
A unos metros los hermanos Real Blood observaron y escucharon todo — Como se atreve ese hijo de p**a hablarle así a mi luna —
— Cálmate, ella asumió la culpa para ayudarte — respondió Hiro, viendo a su hermano a punto de perder el control, anoche logró convencerlo de regresar al hotel, lo detuvo de descuartizar a ese hombre y ahora tenía ganas de desmembrar a otro.
Debía ayudarlo a llevarse a su compañera antes que esto terminara con la aniquilación total de todos los humanos del territorio del Alfa Logan.
— ¡Buen día! — dijo Cristal entrando a la pequeña oficina donde Hiro y Kogan la esperaban, ella notó sus rostros de enojo y pensó que estaban así por hacerlos esperar.
— Espero que no estés en problemas por asumir la culpa de mi Hermano — le habló Hiro apenas cerró la puerta, él estaba de pie enfrente de una gran ventana que daba justamente donde el señor Miller la había regañado.
— Era inevitable, es lo menos que podía hacer, estaba preparada, no deben sentirse mal — pero ella sabía que ese hombre lo detuvo en ese preciso lugar para que ellos vieran todo el espectáculo.
— ¡Por qué permites que te hable de esa manera! — escupió Kogan enojado.
— No debe preocuparse señor Real él siempre…— vio cómo el hombre de cabello negros se dirigió hacia la puerta y pudo ver mucho odio en su mirada.
Antes que pudiera salir ella corrió y lo detuvo poniendo sus manos en su pecho — ¡Señor Real le pido que se abstenga de hablar con mi jefe! —
— ¡No tiene derecho de hablarte de esa manera! — espetó enojado.
— ¡Yo asumí la responsabilidad! si va a reclamarle me gritara nuevamente —
“Eres la única que puedo controlarlo” nuevamente esa voz hablándole en su cabeza.
Kogan miró a su pareja, con solo tocarlo ella pudo apaciguar su salvaje impulso de matar y todo ese enojo acumulado del día anterior fue reemplazado por el deseo de unir su piel a la de ella.
Él rápidamente agarró sus manos antes que ella se alejara — Como ordene mi Luna — dijo seductoramente besando sus palmas.
Cristal sintió nuevamente ese shock eléctrico cuando los labios de Kogan tocaron las palmas de su mano, miró a Hiro avergonzada y él simplemente miraba como si fuera algo normal el comportamiento de su hermano.
A Kogan no le gusto que ella estuviera mirando a Hiro y se le acercó a tal punto que Cristal tuvo que dar un paso atrás, ella miró sus ojos cerca de los suyos y hasta podía escuchar su respiración.
Hiro suspiro viendo que su hermano se había perdido en sus instintos y había olvidado que su pareja es humana — Llegamos temprano — habló él, agarrando a Kogan por el brazo cuando lo vio apunto de besarla.
Lo alejó bruscamente a unos metros de ella, casi haciéndose estrellarse con la pared — Sé que acordamos en venir al mediodía, pero deseamos de tus servicios nuevamente — le informo.
— Cla... claro — tartamudeo nervioso, si Hiro no lo hubiera alejado a su hermano ¿él la hubiera besado?
— Si mi hermano hubiera revisado con más detalle el diseño hubiera notado que hicisteis los cambios perfectamente como él lo solicito — le hablo Hiro, cambiando el ambiente incómodo que Kogan había creado — Estamos satisfechos por tu trabajo y deseamos que dirijas personalmente este proyecto en Kanis —
— ¡Viajar! — soltó asombrada — no creo… poder ir, tengo… muchas responsabilidades — habló pausadamente tratando de controlar esa sensación extraña que recorría su cuerpo.
— No queremos confiarle a otra persona, por los gastos de transporte, comida y hospedaje nos encargaremos —
— No puedo darte una respuesta positiva — declaró ella.
— Sería una gran oportunidad para ti —
— Me gustaría decirte ¡Sí! Hiro, pero esa decisión se me sale de las manos, no puedo dejar mis proyectos —
— Otro puede hacerse cargo — interrumpió Rax ubicándose al lado de Hiro y Kogan tuvo que cerrar sus ojos para que ella no viera el cambio de color en sus globos oculares.
Cristal ni lo miró, sentía su rostro enrojecer con solo escucharlo y la voz en su cabeza les pedía a gritos que se acercara a él.
“¡Hay que convencerla!"
Gritó Rax a Kogan y tuvo que cerrar sus puños con fuerza para retenerse de llevársela, porque su aroma lo embriagaba a tal punto de querer reclamar.Pero ellos tenían que soportar, no se podía llevar a su compañera en contra de su voluntad era parte de las reglas de los licántropos y si no hubiera reglas Kogan se hubiera llevado a su luna desde el primer momento que la vio.
— Hiro sabes que no debes conversar conmigo de este tema —
— ¡Lo sé! pero quiero saber si estas dispuesta a ir —
Cristal no respondió hasta después de unos breves segundos — Iré si la empresa me envía — le informo, pero estaba segura que su jefe no se lo permitiría.
— Entonces platicaremos con el encargado — declaró Kogan era lo que anhelaba escuchar — Vamos Hiro, entre más rápido conversemos con su jefe, más rápido ella se ira conmigo — hubo un largo silencio, Cristal parpadea muy rápido esperando haber escuchado mal, pero no lo fue.
Pero antes de que pudieran salir de la pequeña oficina, la puerta se abrió — ¡¡Tienes una entrega!! — Un gran ramo de rosas pasó al frente de las narices de los alfas.
"¡COMO SE ATREVE A CORTEJAR A MI PAREJA!" grito Rax, sintieron el aroma del humano que estuvo en su casa anoche.
— ¡Para el amor de mi vida! — leyó Micaela la colega de Cristal, al abrir el sobre que venía entre las flores.
Se sentó seductoramente en el escritorio sin quitar la vista de Hiro y Kogan, actuando como una perra en celo — ¡Ese bastardo de Stuart no se da por vencido! — vociferó.
Kogan estaba por agarrar el ramo de flores y arrojarlas a la basura, pero su hermano lo sujetó del brazo y lo sacó arrastrado de la oficina.
Cristal no tuvo tiempo de ponerse a pensar del comportamiento de ese hombre y volteó a ver a Micaela — ¡Por qué dijiste todo eso al frente de ellos! — espetó enojada.
— Quería ver a ese apuesto hombre que acompaña a nuestro frecuente cliente ¿Sabes quién es? — le pregunto ella abotonado su blusa.
— Es otro inversionista y por favor ¡no vuelvas a hacer eso! — la regaño nuevamente, al escuchar a Micaela preguntar por el hermano de Hiro — Sabes que debes hacer cuando Stuart envía esas flores —
— ¡Sé lo que tengo que hacer! — dijo Micaela — Necesita una excusa para entrar y quería que vieras las rosas tan bonitas que te enviaron, le debieron costar una fortuna — argumentó ella.
Cristal miró las rosas de diferentes colores no iba a negar que él padre de sus hijos Stuart la conocía bien — Tíralas a la basura — sentenció con firmeza.
— No seas tonta acepta la cena en el lujoso restaurante — Micaela le mostró la invitación que estaba en el sobre — Y de paso acuéstate con él, así le das una lección a esa perra de Amelia —
— No haré eso Micaela — su colega es una entrometida — Se le subirá el ego se lo dirá a todos y menos me dejará en paz —
— Tienes razón, se creerá el hombre más irresistible, pero no niegues que se superó esta vez —
Cristal volvió a ver las rosas.— ¡Tíralas a la basura! —
— Si no las quieres ¿Podías dármelas? — se escuchó una voz masculina del otro lado de la puerta — Mi esposa está de cumpleaños y no le he comprado nada — dijo Elías su ingeniero civil.
— Te las regalo —
— ¡Segura! —preguntó dudoso Elías.
— ¡Sí, llévatela! — le afirmó con seguridad, él las tomó y se retiró, mientras tanto Micaela tomó la canasta agitando la botella de champán.
— Sé que es tu favorito, pero como fue tu ex el que te lo mandó lo tiraras a la basura — río emocionada — Yo sí le daré buen uso —
— Llévatelo con los chocolates — le respondo y Micaela salió emocionada de la oficina.
Cada vez Stuart era más insistente, agarró la invitación que estaba sobre el escritorio y la rompió — Te cansarás de esperarme ese día — dijo tirando el papel a la basura.
____________________________________________________________
— ¡Es un privilegio que nos tomen en cuenta! asignare a el arquitecto Isaac Miller que valla con ustedes —
— Queremos llevarnos a la arquitecta Rain, ella ha diseñado varios de nuestros proyectos y queremos que supervise este — mencionó Hiro.
— Quieren a Cristal…— Respondió con enojo el señor Miller — Ella no es buena en su trabajo y tiene muchos proyectos atrasados — les mintió.
— No es la única arquitecta en esta empresa, asigne alguien que se haga cargo de sus funciones —
— Ella no es la mejor desempeñando su trabajo, les asignare al arquitecto Isaac — dijo Miller con firmeza, ignorando las palabras de Kogan.
El estaba por arrancarle la cabeza a este humano de solo recordarlo gritándole a su pareja y por evitar que él se la lleve a su territorio.
— Si es el mejor ¿por qué no lo asignó para trabajar conmigo desde el inicio? no me llevaré a alguien que no conozco como trabaja — replicó Hiro.
El señor Miller los miró con enojo y no les respondió — Supongo que no tenemos un acuerdo — mencionó el jefe de Cristal terminado su conversación y se retiró.
— Esos humanos se convertirá en la ¡MI***A DE UN ANIMAL! — gritó Kogan, fuera de la oficina — Llama a Logan, dile que le ordene algún lobo que esté a cargo de este Mal***o lugar que mi compañera se irá conmigo —
— El alfa ha intentado comunicarse con nosotros — le informo Hiro, viendo varias llamadas de Logan.
— Quiere saber quién es mi compañera, todavía no le he indicado que es humana —
— Debes ir con él sabes que debes hacer el pacto —
— ¡Eso haré! y tu hermanito — se dirigió a Hiro con enojo — Habla con el beta de Logan que se encargue que ese cadáver le informe a mi preciada luna que se irá ¡CONMIGO! —
— ¿Estás bien? — preguntó su hijo, al ver a su madre sentada en el suelo recostada del sillón toda sucia y tocando sus hombros del cansancio. — ¡Estoy agotada! — exclamó Cristal — Hoy tuve que hacer otras inspecciones a parte de las mías — dijo recordando que tuvo que ir a revisar los proyectos del hijo de su estúpido jefe. — Trabajas mucho — una voz dulce y de preocupación vino desde la cocina — Deberías tomarte unas vacaciones — le habló su hija, ella estaba consciente de todo el sacrificio que su madre había hecho por años. — Me encantaría irnos de vacaciones, pero tengo muchas responsabilidades — declaró. Cristal vio los rostros de sus hijos entristecerse, ella deseaba pasar más tiempo con ellos en la semana, los había visto muy poco y ese día en particular pensaba terminar temprano, pero como siempre el señor Miller tenía otros planes para ella. — Qué les parece si descansamos y mañana nos vamos a la playa — les dijo para animarlos y ellos rápidamente estuvieron de acuerdo.
PAÍS DE KANIS (TERRITORIO DE LOS REAL BLOOD) — ¿Cuándo piensas llevarla con la manada? acepto a venir cuando se lo pediste ya la puedes reclamar — mencionó Hiro mirando a su hermano revisando unos documentos — ¿Por qué no estás en su habitación follándola? — — Primero hablaré con ella, no quiero asustarla — declaró Kogan — ¿Qué? — pregunto al ver a su hermano mirarlo de manera extraña. — No me esperaba que fueras tan romántico — dijo Hiro en tono burlón — Pensé que al bajar del Jet la meterías en el maletero del auto y la llevarías con la manada — — ¡Quise hacerlo! — le confesó, golpeando su escritorio — No sé si lo has notado, pero ella es la única humana que no me ha coqueteado — — Los lobos somos irresistibles hacia los humanos, por eso Elena se la iba a pedir al alfa Logan, queríamos que nos sirviera, Cristal nunca me intentó cortejar, es difícil conseguir humanos leales — argumentó Hiro y soltó un gran bostezo. Kogan soltó los papeles y recostó su mentón en su mano — Por al
— Este pedazo de carne, está cada día más cerca de volverse parte una de mis alfombras — — Él cree que nunca nos daríamos cuenta de lo que está haciendo, vendió esas tierras sin tu consentimiento, aunque lo esté negado — aseguró su beta. — Quiero saber que tan lejos llegará, por ahora no ha puesto a la manada en peligro, pero cuando eso ocurra tendrá el honor de que yo lo decapite — aseguró Kogan. — ¡Me sorprende! — argumento Roland — Andas muy dócil, estoy seguro que ya lo hubieras descuartizado, no será la presencia de cierta humana que has traído para ti, es la primera que pides un juguete — le mencionó Roland. “Es tu luna idiota” dijo Rax. — A la manada no le agradara la idea de tener a una mujer que los gobierne, aunque sea por algunas décadas — — Si hubiera traído una loba de igual manera la despreciarían — mencionó solo para ver qué pensaba su beta. — Aunque decías que no querías una media luna, todos sabíamos que en algún momento elegirías a una, pero nunca pensamos qu
Cristal se estremeció al ver la pared agrietada por el fuerte golpe de Kogan “¡RAYOS! no debí haber venido” pensó ella — Lo siento… no volverá a suceder — se disculpó agachando su cabeza avergonzada, vio la piel expuesta en su vientre y caderas. Su rostro se enrojece, no debió haber cedido antes las súplicas de Elena, porque estaba en un viaje de trabajo y ahora Kogan estaba enojado, porque ella había abusado de su amabilidad. “Elena ¿dónde te metiste? ¿por qué me dejaste sola?” pensó sintiendo como su cuerpo se calentaba por la presencia de cierto individuo. Kogan y Rax no desaprovecharon la oportunidad de acercar su nariz e inhalar la exquisita esencia de su pareja logrando calmar toda su ira. El deseo de reclamar a su pareja se apoderó de ellos y sin poder contenerse se acercó, ella notando un corto espacio entre ellos, comenzó a retroceder hasta chocar con la pared. — Soy el único que puede tener pensamientos pervertidos contigo — dijo él de manera seductora, al verla que no
Hiro en una limusina fuera del club miraba a Elena moviéndose de manera seductora, ella acariciar todo su cuerpo bien esculpido, mordiendo sus labios inferiores resistiendo de tomarlo en ese lugar — Porque hicis...tes eso — hable de manera seductora.—¡Te fuiste sin decirme! — le reclamó — ¡Estoy enojado! y ¿Por qué la trajiste a este lugar? —— Perdón amor — ella besó sus labios — Solo queríamos bailar un rato en el club mmmm... es ... es... el más divertido — le mintió Elena, ella estaba excitada aguantando las ganas de desabrochar los pantalones de su pareja.— ¡Sabes que tendré problemas con Kogan! —— ¡Lo sé! — ella se subió en el regazo de Hiro — Me dijiste que se la pedirías a el Alfa Logan —— Él se la pidió primero — le mintió él.— ¡Pídesela! — le exigió — Sabes que es difícil encontrar humanos que cumplas mis específicas, yo le conseguiré otro juguete —Hiro suspiro deslizando sus manos por su cabeza, si tan solo Elena supiera que Cristal es la pareja de su hermano, no se hu
Kogan Sus besos eran una fuente de placer, quería perderme en mis emociones, pero había algo que me molestaba y era mi lobo, había tomado control y no me permitía hacer lo que deseaba. Las manos de Cristal se deslizaban por nuestra espalda, me estaba provocando de solo sentir sus caricias, la despojamos de sus zapatos su pantalón y nos detuvimos al ver su ropa interior haciéndonos crecer nuestra erección. Mire su piel descubierta era exquisita, no soportaba las ganas de estar dentro de ella y ver todo su cuerpo desnudo, las yemas de sus dedos recorrían todo su cuerpo de manera seductora y se tocaba ella misma. — ¿Qué le ordenaste que hiciera? — pregunte a Rax al verla actuar de esa manera y el solo rio. Tomé el control de mí, busqué la forma de quitar su blusa — Me vuel…ves loca — me susurro lamiendo mi lóbulo y sin pensarlo hice mil pedazos la tela. Bajo mi mirada vi sus senos y fui directo a ellos — Oouu…mm…— gimió y agarró fuerte las sábanas de nuestra cama. Rax peleó por el
La respiración de Kogan era agitada, estaba cansado, pero nada que un licántropo alfa pueda soportar, él y su lobo, seguíamos peleando por el control. Cada uno saciaba su apetito sexual hasta venirse por tercera vez esa noche, era la primera vez en sus 9 siglos y medio de vida que se sentía satisfecho. Anteriormente Kogan era un desgraciado con las lobas que estuvo, las trataba como objetos, llegaba al clímax, pero nunca se sentía conforme y de inmediato las tiraba fuera del lugar donde estuviera. Ahora lo comprendía, su pareja era la única que podía llevarlo al borde de la locura y se enojó consigo mismo por no esperarla. Nunca se encariñaba con ninguna, solo era una aventura de una noche, se había mentalizado que no necesitaba pareja después de tanto buscar y nunca hallarla. Se obligó a pensar de esta manera, al ver a sus hermanos menores encontrar uno por uno a su compañera y él seguía sin encontrar a su luna. En el futuro Kogan y Rax tomaron el lugar de su padre como Rey de l
Cristal abría lentamente sus ojos después de estar en la oscuridad, la luz del sol molestaba su vista y se cubría con sus manos. Este ligero movimiento la hizo percatarse que su cuerpo estaba cansado y ¿adolorido? —¿Por qué… tengo… tanto dolor? — balbuceó, sentía fuertes golpes y arañazos — Tal vez sea el cansancio — decidió dormir un poco más. Al cerrar sus ojos las imágenes invadieron su mente, veía a Kogan, él la acariciaba, la besaba y ella le correspondía, de un momento a otro ambos estaban sin ropa — Mmmmmm… — gimió al recordar su lengua devorando sus pezones y su miembro deslizarse entre su vagina. — ¡Solo esto me faltaba! ¡tener un sueño erótico con este sujeto! — espetó, frotando sus ojos tratando de volver a la realidad según ella. Deseaba estar con él, pero ella no iba a ser una más del montón — ¿Cómo llegué aquí? — se preguntó al ver la habitación donde se encontraba. Estaba analizando sus dolores, ese delicioso sueño y ahora la habitación, no se movió al sentir su cue