"Despues de ciertos demonios, no cualquier infierno quema"
Oshin Itreque
Una profunda molestia se apoderó de mí al verla tomada de la mano de ese hombre. No entendía quién era, ni por qué estaba así con ella… No quería sacar conclusiones precipitadas, pero una sensación amarga me recorría el pecho. ¿Qué significaba todo esto? ¿Qué estaba pasando entre ellos? La rabia crecía en mi interior, pero también una sensación de impotencia que me ahogaba.
Miré su rostro, pero ella no me vio. Estaba tranquila, casi serena, con una pequeña chispa en sus ojos que no podía ignorar. Aquella lucecita de felicidad que no veía desde que estábamos juntos. Era el mismo brillo que antes, cuando estaba conmigo, cuando compartíamos momentos llenos de sueños y promesas. Ahora, ese brillo parecía exclusivo para él, ese hombre al que no conocía. La duda, como un peso, se coló en mi mente y me destrozó por dentro.
Gruñí un poco, apretando mis puños y mi mandíbula para ahogar el gruñido en mi boca. Cerré los o