"No se que haría sin ti, eres lo mas importante que tengo mi niña"
Fumiko Ibars
Todo parecía confuso. Me desperté de la cama, el cansancio me pesaba como una losa sobre los hombros. El sueño que había tenido seguía dando vueltas en mi mente, como si fuera algo más que un simple sueño. Era como si me estuviera alejando de la realidad, tratando de entender qué había pasado realmente. Suspiré, frotándome la cabeza con una mano, mientras una sensación de incomodidad me invadía.
— Qué cosas... ¿Cómo puede un sueño tener desarrollo, desenlace y final? —me quejé en voz baja, sin poder evitar una risilla irónica que salió de mis labios.
A pesar de las palabras que acababa de decir, no podía dejar de pensar en cómo todo lo que había experimentado se sentía tan real. Me acomodé un poco en la cama, permitiendo que la luz de la habitación me rodeara. Reconocí la luz cálida que iluminaba la estancia, la misma que siempre estaba en la habitación de Oshin. Al girar la cabeza, lo vi a él, a mi lado