— Pareces un poco... pensativo –habló Ana— ¿En serio estás bien?
Alexander asintió. En su mente aún repetía la escena de Verónica. Llevaban mas de una hora esperando en la oficina, el director aún no aparecía. La paciencia de Alexander era limitada, ya ni siquiera le interesaba lo que Ana tuviera que decir, solo deseaba irse. — Es hora de que me vaya —dijo Alexander levantándose del asiento. — El director King ya viene en camino —se apresuró a decir Ana— Estaba en una cirugía, nos dijo la secretaría. — Mi tiempo es oro, Ana, pensé que lo recordabas —respondió con amargura— No puedo perder mas tiempo del que ya ha pasado, tengo todo un grupo que mantener, no solo un proyecto. Las palabras de Alexander estaban saliendo para herir a Ana. Después de todo, le guardaba un rencor muy en el fondo. Cuando Ana estaba a punto de responder, las puertas dobles se abrieron. Alexander observó sin disimulo a la persona que entró. La misma persona que corrió a lado de su esposa. — Lamento la demora —dice el director King, Levi King. Levi cruza su oficina demostrando que no lamenta la demora. Después de todo, el hombre al que hizo esperar, es odiado por el. — No se preocupe, director King, entendemos que ha tenido una urgencia —habla Ana rápidamente— Aunque Alexander se tiene que ir. Alexander observa al hombre, es el mismo con el que Verónica parece llevarse bien. Algo en él no le agrada, no sabe por qué pero le molesta mucho su sonrisa. "Parece la misma amable sonrisa que Verónica hace cuando salen a eventos" Ese pensamiento le causó un gran hueco en el estómago y una molestia sin razón aparente. — Lamento escuchar eso —responde Levi sin quitar su sonrisa, un poco burlona— No puedo controlar como usted mis horarios, pero de igual forma los espero otro día. — Veré que puedo hacer —dijo Alexander ocultando su sentir— Espero que no sea pronto. — Alexander —chilla Ana. La puerta recibe unos toques y Levi se levanta— Doctora Cox, por favor pase. La puerta se abrió dando paso a Verónica. Verónica al levantar la visto, hizo una leve inclinación de cabeza, junto a otros tres doctores qué estaban en turno. — Quiero presentarles a los doctores que pueden ser candidatos al proyecto —explica Levi— a pesar de ser tan jóvenes, se merecen el lugar en este hospital. Ana se levanta de inmediato con una sonrisa, reconociendo que su plan no pudo haber salido mejor. Se detiene junto a lado de Alexander cuando Levi comienza con las presentaciones. — La doctora Cox es de las mejores en todo el país, es algo que jamás dejaré ir —explicó Levi mirando directo a los ojos de Alexander— ¿Recuerdan la reunión de ayer? Estas personas son las involucradas en el proyecto, para aumentar las donaciones al hospital. Por favor, preséntese. Ana dió un ligero paso al frente antes de que Alexander hablara, estaba segura que Alexander no la dejaría en vergüenza; — Él es Alexander Dixon, CEO del grupo Dixon y yo... yo soy su esposa, Ana. Las palabras de Ana calaron hasta el fondo del pecho de Verónica, que la miró con desconcierto. ¿Cómo esa mujer se atrevia a mentir? ¿Sabía siquiera que ella era la verdadera esposa? y lo mas importante; ¿Por qué Alexander no lo negó de inmediato? La sonrisa de Levi King se extendió aún mas por su rostro, no podia creer que Alexander dejara que su amante se presentará con el papel de Verónica. Así que no perdió la oportunidad y puso una mano en el hombro de Verónica. Por una parte para darle apoyo y por otra parte, para que Alexander supiera que Verónica nunca ha estado sola. — Es un placer conocerlos —respondió Verónica secamente. Alexander no negó lo que Ana hizo por principios, además se encontraba observando la mano de Levi King. "¿Acaso ellos están saliendo? ¿es su amante? ¿Por qué se acerca tanto a ella?" — Es una lástima que no tengamos tiempo para conversar —habló por primera vez Alexander, estirando la mano para saludar a Verónica, haciendo que la mano de Levi cayera— El placer es siempre mío. Puedo notar el equipo de doctores que maneja el hospital King es de los mejores, ojalá tenga tiempo de venir después. Verónica sintió una vibra extraña en las palabras de Alexander, también sintió como le había dado un apretón de manos un poco fuerte. — Como he dicho, no podemos fijar por reunión, todos tenemos que salir cuando somos llamados, las urgencias existen todos los días —respondió Levi colocando de nuevo su mano en el hombro de Verónica. — Espero que se haga un tiempo, por la madrugada, si gusta —respondió con evidente mal humor Alexander. Verónica se sorprendió por ello, Alexander siempre ha sido un hombre que mantiene la compostura en sus negociaciones. ¿Había algo que lo estaba molestando en esta oficina? ¿Ana lo había hecho molestar? — Veremos que puedo hacer, señor Dixon. Me gustaría mucho acompañarlos hasta la salida, pero tengo que ejercer mi papel de director y alimentar a mis doctores —Levi pasó su mano por los hombros de Verónica, en una especie de abrazo— No hemos tenido descanso alguno toda la mañana. Alexander tragó seco. Por un momento no se reconoció. No quería que Levi estuviera tan cerca de Verónica, o tal vez era que Verónica no parecía sorprendida por esos acercamientos, como si ya estuviera acostumbrada a ello. Como sea, eso le estaba comenzando a molestar, demasiado, era hora de irse. — Claro que si, señor King. Nos vemos en una próxima reunión. Alexander salió de la oficina sin esperar que Ana lo siguiera. Ana se quedó pasmada por lo rápido que este salió, con una sonrisa avergonzada salió de la oficina. — Nos vemos después —dijo Ana casi en susurro. Ella no podía creer que la hubiera dejado atrás, sin siquiera avisarle que saldría así. Ana conocía a Alexander, pero jamás lo habia visto perder la compostura de tal forma. — Sus almuerzos están esperándolos en el comedor, muchas gracias por venir —avisó Levi King. Los doctores agradecieron y salieron uno por uno. La última fue Verónica, quién caminó a lado de Levi. — No debería entrometerme, pero, no quiero que salgas lastimada. Alexander Dixon es un hombre del que deberías alejarte cuando acabe —habla Levi— Personas como él, es mejor cuando están lejos. — Nunca esperé que algo como esto pasará —Verónica habló desde la sinceridad. Aunque no lo demostró, quería pedirle explicaciones a Alexander. Pero sabía que su contrato no dejaba pasar escenas de celos, ni mucho menos peleas públicas. — Ya falta menos —susurró Verónica— El contrato de un año está por terminar.