34. EMERGENCIA EN LA REUNIÓN.
Verónica detuvo el paso cuando observó a Helena Sanders entrar del brazo de Alessio Bennet. Aunque aquella mujer sonreía como un ángel, Verónica sabía el verdadero terror de aquello.
— ¿Verónica? —preguntó Alexander al ver que se había distraído.
Alexander trató de ver que la había hecho poner tanta atención y justo a lado izquierdo de la entrada, Levi King y Sonia Halls reían junto a un anciano, tomándose de los brazos, como una "hermosa" pareja.
— ¿Verónica?
— Lo siento, me he distraído —respondió Verónica— ¿Qué me decías?
Alexander no dijo nada, decirle o reclamarle por ver a Levi, sería aceptar que podía ser competencia para él.
Cuando Alexander y Verónica siguieron su camino, saludando a las personas, fue entonces que Levi levantó la mirada para admirarla de lejos. Estaba resignado que así sería, Verónica nunca sería para él, pero ahora al menos, tiene a quien echarle la culpa.
Sonia Halls.
— ¡Te conseguiste al mejor joven soltero, querida! —dijo la esposa