La música retumba con fuerza en el club nocturno más exclusivo, un sonido vibrante que ahoga cualquier pensamiento coherente.

Dominico Dixon y Mikkel Bennet se abren paso entre la multitud con una arrogancia que les es completamente natural.

Ambos son la encarnación viva del poder y del lujo desmedido, y su presencia atrae todas las miradas ahora.

Mikkel, con sus treinta años, ya maneja con destreza los negocios de su padre, Alessio.

Él luce un traje de terciopelo azul que grita dinero en cada costura, y su sonrisa es despreocupada y juguetona.

—Otra noche, otro triunfo, Dominico. Los negocios de mi familia prosperan más que nunca en el mercado —dice Mikkel con orgullo.

Dominico, sin embargo, no está prestando mucha atención a los detalles triviales de los negocios de su joven amigo.

Él recorre el lugar con sus ojos de lince, buscando una nueva presa para conquistar y dominar esta noche.

—Las negociaciones son aburridas, Mikkel, y las fiestas son mejores para celebrar los verdaderos é