Solo siente.
#Derek, siente esto…# —susurró Yeho con voz eufórica desde su interior, embelesado por el contacto con su luna.
#Lo más lógico sería que se trate del vínculo fortaleciéndose. Sabes que… siempre que estemos junto a ella, el lazo se hará más fuerte…# —respondió Derek mentalmente, aunque la duda le martillaba el pensamiento. Algo le decía que esto era más que magia de apareamiento.
Pero no era momento para analizarlo. Volvió a sumergirse en el paraíso de sus labios. Esta vez no fue un beso dulce ni tímido, sino una declaración salvaje y apasionada: le succionó los labios con una necesidad desesperada, mordiéndolos con ternura, acariciando cada borde, cada rincón, como si fueran su mayor tesoro.
Sus cabezas giraban, se entrelazaban, sus manos firmes sostenían las nucas contrarias sin intención de soltar.
Scarlet sentía que el aire le faltaba, que se deshacía. Pero no se apartó.
«Dios mío, que no acabe nunca». El simple roce de su boca con la de Derek era como una explosión de fuegos artif