Premoniciones del supremo.
#¿Es que tengo la palabra “guardia de seguridad” en la frente?# —se quejó Derek, y Yeho estalló en carcajadas.
#Es denigrante que nos traten de ese modo, pero extrañamente me gusta que mi luna lo haga#, ronroneó el lobo.
Antes de que Derek pudiera responder, una carcajada escandalosa y totalmente molesta para su audición rompió el ambiente.
—¡Jajaja! Pensé que este hombre era importante… pero resulta que solo es un guardia. Quién lo viera tan guapo, y es un tipo insignificante —interrumpió Claudia, apareciendo por el pasillo con su sonrisa altanera y su desprecio por goteo.
Derek la observó de reojo, sin expresión. Dedicándole la misma mirada que uno le dedica a una cucaracha que aún no vale la pena aplastar.
—Claudia, deja de meterte donde no te llaman —gruñó Scarlet, con los dientes apretados.
—¿Qué? Solo digo la verdad —soltó Claudia con una sonrisa maliciosa, girando sobre sus tacones—. Aunque bueno, tal vez lo contrataron para cargar cajas. O para limpiar. Mi amado Leo tiene razó