Juana se sentó frente a la cama del hospital de tía Ana, observando cómo el pecho de la mujer subía y bajaba lentamente. Le tomó la mano y forzó una sonrisa.
—Vas a despertar pronto, tía Ana. No puedo esperar a mirar de nuevo tus ojos color miel; esos ojos que siempre me miraban con amor, recordándome que debía ser fuerte sin importar lo que la vida me lanzara —murmuró, frotando el dorso de la mano de Mariana—. No puedo esperar a que veas también a Esteban. Solía contarte historias sobre ti, y estoy segura de que estará feliz de verte.
Juana sonrió, recordando todos los momentos divertidos que había pasado con su tía Mariana. Su mente viajó a aquel día en que había tenido una pelea con Lucas y había salido de casa para ir a la de su tía…
FLASHBACK
Juana lloraba mientras corría por las calles, rumbo a la casa de tía Ana. Por suerte, no estaba muy lejos de la que compartía con Lucas, y siempre iba allí para despejar su mente.
Lucas la había vuelto a ignorar, llamándola estéril y permiti