Janette entró en la oficina, y en el instante en que Liam notó su presencia, se puso de pie de inmediato y la enfrentó, con el rostro endurecido.
—¿Qué está pasando? —preguntó, tratando con todas sus fuerzas de mantener la calma. Aún seguía afectado por su enfrentamiento con Lucas. Lo último que quería era desquitar su enojo con ella, pero Janette no ayudaba tampoco.
Ella podía sentir que él estaba molesto, así que trató de mantener la compostura.
—Mira, Liam —dijo suavemente, caminando hacia su asiento, pero él le tomó la mano y la obligó a mirarlo—. No creo que debamos casarnos el próximo mes. Es muy pronto.
Liam se despeinó el cabello con frustración.
—¿Muy pronto? —se burló—. Hemos estado retrasando esto por semanas. Y tú eras la que insistía cuando volviste a esta ciudad en que debíamos casarnos —la miró con los ojos llenos de dolor—. ¿Qué cambió?
Janette mordió su labio inferior. Tenía razón. Ella era quien lo presionaba antes, incluso cuando aún estaban lejos. Quería casarse rá