—Tía Maryanne, estás haciendo que esto parezca más difícil de lo que ya es —suspiró Janette poniéndose de pie—. Nunca tuve la intención de casarme con él por gratitud ni nada de eso. Es solo que... —se despeinó el cabello mientras caminaba de un lado a otro en la habitación del hospital—. Pensé que llegaría a enamorarme de él. No sabía que Lucas iba a volver a aparecer en mi vida, tía Maryanne. Estoy devastada.
Tía Maryanne extendió la mano para tocar la suya. —Eres una mujer fuerte, Janette. Y... eres demasiado buena para tu propio bien. No te casas con alguien para demostrar que le estás agradecida. Te casas con él porque lo amas. El matrimonio no es un juego de dados, querida. Y no te lo digo porque sea la tía de Lucas y quiera que ustedes dos estén juntos. Te lo digo porque me importas. Hagas lo que hagas, te apoyaré, pero no permitiré que te metas en algo de lo que no estás segura.
Janette suspiró, sintiendo una ola de alivio recorrerla ante las palabras de Tía Maryanne. Se lanzó