106. Quiero verte esta noche.
Aquí está la verdadera trampa. Si digo que no, ella sabrá que estoy mintiendo. Si digo que sí, entonces estaré confirmando sus sospechas. Tengo que ser más astuta.
—He oído rumores, como todos —respondo, inclinándome un poco hacia adelante para parecer más sincera—. Pero no he tenido ningún trato directo con él. Al menos no todavía. Aunque, si crees que podría ser útil para nuestros planes, podría intentar acercarme a él.
La Reina me mira fijamente, como si intentara decidir si estoy diciendo la verdad. Es un momento crítico. Si me equivoco, todo se vendrá abajo.
Finalmente, sonríe. Es una sonrisa fría, pero significa que la tensión ha bajado un poco.
—Me gusta cómo piensas, Valeria —dice suavemente—. Eres inteligente. Te necesito cerca para lo que viene.
Siento un alivio temporal, pero sé que la batalla no ha terminado. Ahora más que nunca, tengo que jugar con cautela.
La Reina se levanta y me tiende una mano, en un gesto que nunca antes había visto en ella.
—Nos vemos pronto, querid