- ¡Señorita Isabel bienvenida!, la doctora Lola la está esperando –continuó diciendo el guardia -esta es una reserva ecológica y no está permitido entrar con auto, bajaremos sus maletas y la llevaremos en un carrito de golf desde aquí –
Pude ver la cara de decepción de Iván, baje del auto y el enseguida bajó mis maletas, cuando lo tuve enfrente para agradecerle sus atenciones vi que realmente era un hombre muy guapo, no era tan joven como lo vi en el primer momento y durante el viaje trate de evitar contacto visual pero ahora lo tenía frente a frente, tendría aproximadamente entre treinta y treinta y cinco años, su piel morena con un bronceado perfecto hacía resaltar su blanca sonrisa y sus ojos color miel.
- ¡Gracias! Por el viaje y por la conversación – le dije
—Tal vez volvamos a vernos Isabel– coqueteó al decir mi nombre.
- Tal vez…– le dije sonriendo y me di la vuelta rápidamente sin darme cuenta que mi bolsa lo golpeaba en un brazo.
Subí al carrito de golf donde ya estaban mis m