La villa en las afueras de Nueva York de los amigos de suzy era el tipo de lugar que parecía sacado de un sueño.
La organizadora de bodas, ayuda a la novia a arreglar el velo, mientras los invitados a la boda se acomodan en las mesas adornadas con flores. El ambiente es alegre y elegante, como es de esperar de una celebración tan importante. Y allí estaba Suzy, parada junto a las mesas, observando a los novios intercambiar votos, completamente absorta en la ceremonia.
Ella llevaba un vestido largo de un tono verde esmeralda, con delicados detalles de encaje en el corsé. Su cabello, recogido en un elegante moño, brillaba bajo las luces de la villa. Sonreía mientras observaba, pero al mismo tiempo, no podía evitar pensar en lo surrealista de todo aquello. Apenas unos meses atrás, no podría haber imaginado en una boda tan elegante, y mucho menos siendo acompañado por Tenzin, el monje de aspecto serio que había logrado robarle más de una sonrisa.
A su lado, Tenzin estaba igual de fuera de