Cambio de trabajo.
PUNTO DE VISTA DE ADRIAN
Desde aquel intenso momento en mi oficina, Kat me
había estado evitando, lo que hacía que la deseara aún más.
Sabía que ella también sentía esa conexión. Había visto cómo se le dilataban los ojos nerviosamente y cómo su respiración se volvía entrecortada cada vez que pasaba por delante de su mesa.
Y debo decir que, además de guapa, era extremadamente inteligente. A menudo revisaba el progreso de su trabajo y me impresionaba.
Su supervisor hablaba muy bien de ella. Había visto cómo tomaba las riendas en las reuniones de la junta directiva cuando hacía presentaciones.
Profesional y elegante. Pero yo la quería cerca. Quería esa noche, todas las noches. Y cuando di un paso drástico, supe que ella vendría a llamarme.
«Pase», dije mientras me recostaba en mi silla. Katherine entró con el ceño fruncido, que intentó ocultar bajo su profesionalidad.
«Buenos días, señor».
Llevaba una elegante falda lápiz blanca y una blusa roja que complementaba perfectamente su figur