Solicitud tramposa. 3
Owen, con una sonrisita traviesa, corrió la silla para agacharse y recogerlo antes de que ella le lanzara el cuaderno a la cabeza, molesta. Mientras estaba abajo de la mesa, vio que Edneris tenía las piernas abiertas, enredadas entre las patas de la silla, y pensó en hacerle una maldad, esperando que eso la llevara a la cama a dormir, pero su idea se vio truncada cuando ella bajó la cabeza y lo pilló infraganti, a medio camino.
— Ya terminé. — comentó Edneris, conteniéndose la risa.
— No han pasado veinte minutos. — frunció el ceño.
— Terminé antes de lo que te dije; eso es bueno, iremos a la cama antes. — alejó la silla, sin darle el privilegio de hacer nada.
— ¿Me das un beso? — preguntó saliendo de debajo de la mesa a gatas.
— Mejor te doy una nalgada. — le pegó antes de que se levantara.
— Yo quiero un beso. — se rio divertido.
— Lo que quieres es llevarme a la cama para hacer cositas. — Edneris apagó su laptop; recogería todo por la mañana.
— Lo que quiero es comerme tus bonitos