En confianza. 2
Bajó la vista, como si dudara, luego la subió de nuevo, encontrándose con los ojos de él, una vez, dos veces, hasta que sus pies la acercaron medio paso más y sus dedos apretaron un poco los de Owen. Él no dijo nada, no se movió tampoco, solo esperó y eso le dio a Edneris el último empujón que necesitaba, se inclinó hacia él, cerró los ojos por un instante y se atrevió a buscar sus labios.
— ¡Edneris! — gritó Alice, saltándole encima de improvisto, haciéndola volver al presente y recordar dónde estaban en ese momento.
— Hola, gritos locos, buenos días. — respondió Edneris sonriendo, para luego darle un beso en la mejilla.
— Hola, señor Thompson, muy buenos días. — saludó Alice con más confianza, pues ya conocía a los dos amigos de Edneris.
— Buenos días, Alice, tan eléctrica como siempre. — se rio con ligereza, inclinándose hacia adelante sobre el tanque de la motocicleta.
— ¿Usted va a ser el paciente de Edneris? — preguntó con una gran sonrisa.
— ¿Qué paciente? — Edneris sintió un e