Tengo que encontrar una manera de escapar de este lugar. No confío en nadie, mucho menos, después de lo que me pasó. Llegué a la ciudad hace dos años, escapando de una vida miserable, de un hombre que hizo todo cuando pudo para acabar conmigo, para hacerme sentir que no valía nada… que era una más de sus posesiones. Me vi obligada a cambiar mi nombre, cualquier cosa que pudiera delatar mi verdadera identidad. Dejé atrás un pasado que aborrezco con toda mi alma. Construí una vida maravillosa desde sus cimientos. Fui feliz, hasta que mi mala suerte me alcanzó una vez más. Fui secuestrada hace más de un año y, desde entonces, fui sometida a una serie de situaciones detestables, obligada a realizar actos despreciables que me hacen sentir asco de mí misma… de mi propia existencia.
Intento mantener mis ojos abiertos, pero la simple tarea ya es sumamente complicada. El dolor en mi cuerpo, el agotamiento, la decepción. En mi cabeza rondan cientos de pensamientos que me atormentan y no me permi