Después de encargarme del pequeño corte que Rachel tiene en el cuello que, por fortuna, no requirió de sutura, me despido de mi mujer y me comunico con Robert y Jacob para ponerlos al tanto de la situación. Media hora después, todos estamos abocados en resolver el asunto antes de que el personal de servicio regrese y se topen de frente con la sangrienta escena.
―¿Cómo escapó esa mujer de la tumba?
Pregunta, Robert, preocupado.
―Perla le contó a Rachel que la ayudó uno de los hombres que trabaja en el cementerio. Es toda la información que poseo.
Terminamos de envolver el cuerpo y nos ponemos de pie.
―No quedará ningún rastro de ella ―indica Jacob al quitarse los guantes―. Después de deshacerme de su cadáver, pasaré por el cementerio a investigar y asegurarme de que ese sujeto no represente ningún problema para nosotros.
Asiento de acuerdo.
―No quiero a nadie husmeando en nuestras vidas, mucho menos quiero ver implicada a Rachel en esto.
Asiente en acuerdo.
―No te preocupes, Lud, te ase