John
Al salir del consultorio, Martha y John pasaron frente a la habitación de Oliver y, a través de la ventana de vidrio de la puerta, vieron a Elizabeth sentada en una silla junto a él. Parecia conversar com o velho, que já mostrava uma fisionomía bem melhor.
Martha respiró hondo. Sabía que a su padre le agradaba Elizabeth, y temía que eso pudiera interferir en una futura separación entre John y ella. Pero, por ahora, tendría que permitir que la visitara con frecuencia.
— Esa muchacha insiste en meterse donde no la llaman… — murmuró casi para sí.
John la oyó, pero no comentó nada.
Se quedó de pie fuera de la UCI, mirando a través del cristal. Sus ojos permanecían fijos en la escena frente a él.
Elizabeth sostenía la mano de Oliver con delicadeza, la cabeza inclinada, como si estuviera rezando. A veces, pasaba la mano por los cabellos blancos del anciano con una ternura infinita.
Oliver sonrió levemente y los dos conversaron un poco. No cabía duda de que Oliver sentía un gran afecto p