Aproximadamente una hora después, un ligero golpe en la puerta lo sobresaltó.
"Pase", dijo sin levantar la vista.
La puerta se abrió y Sara entró sonriendo, con el pelo recogido en un moño suelto y los ojos brillantes al verlo.
"Hola, cariño". Se acercó y le dio un suave beso en los labios. "Dijeron que querías hablar conmigo".
Adam levantó la vista y la observó con ternura. Esperó a que se acomodara en el sillón frente a la mesa antes de empezar.
"Tenía razón. John busca a Elizabeth".
Los ojos de Sara se abrieron de sorpresa.
"¿Cómo te enteraste?"
"Santiago me informó que nos están siguiendo. A ti y a mí". Sus ojos brillaron con ironía. "John puso un equipo para vigilarnos. Discreto, pero no lo suficiente como para pasar desapercibido".
"¿Qué? ¿Nos está siguiendo?"
"Sí. Parece que cree que puedo guiarlo hasta ella". El problema es que él también cree que podrías saber algo.
—No tenía ni idea de que fuera tan... testarudo —comentó, todavía impactada—. No lo entiendo. Si tanto quería d