-ASS-
Todavía la cara del Adonis del aeropuerto no se me sale de la cabeza, sus ojos, ¡dios que ojazos! Pero siento que los conozco de algún lado y su voz. ¿Será que me estoy volviendo loca de a poquito? Voy escuchando al sexy papucho de Michael Bublé en mi airpods y siento que la canción pega fenomenal a mi encuentro con este desconocido, es que fue de película ¿No lo creen?
Salimos del sector VIP y vamos a los estacionamientos. Leo guarda las maletas y nosotras con Dana nos subimos en la parte trasera de la camioneta que tenía designada por mi santo padre y que nos esperaba en el aeropuerto, sí por que "la nena de papá tiene todo lo mejor" palabras textuales de mi Sombra. Ahora vamos camino a los Hamptons, el conductor es nuevo, pero qué esperaba, han pasado cuatro años y no tengo idea quién se mantiene trabajando para mi familia. Ya averiguaré quiénes están o no. En fin, vuelvo a revisar el guión que debo preparar para la audición y tengo el estómago apretado por estar nuevamente aquí, sintiendo los nervios a flor de piel... -Estamos llegando... Es la voz de Jex la que me saca de mis pensamientos y veo al frente... Mi hogar. El vehículo se detiene, al igual que mi corazón, doy un largo suspiro, trago fuerte y cuando Jex abre la puerta salgo con la mejor de mis sonrisas. Aparecen dos guardias y sacan el equipaje, tomo la gatera y comienzo a subir las escaleras, sé que Dana va junto a mí, solo porque siento su presencia, mis pulsaciones son más elevadas y creo que voy a desmayarme, ¡Dios! ¿Estaré haciendo lo correcto?. Se abre la puerta y veo a la persona que más amo en la vida sonriendo feliz... mi mamá. - ¡Alma! -ella se olvida de todo protocolo y corre hacía mí, abre los brazos y me toma con todo el amor que necesitaba. «Qué bien se siente ¿no?» por supuesto conciencia, es mi mami. - Mamita...-Mis lágrimas comienzan a fluir como si la llave de mis ojos estuviera suelta, río y lloro a la vez y siento que soy inmensamente feliz. - No llores pequeña, aquí siempre estará tu mamá que te ama con todo el corazón. ¡Bienvenida a casa! - Gracias, mamita - nos soltamos del abrazo, pero ella toma mi mano y la aprieta fuertemente. - Hola Jex. - Jefa. - Y tú debes ser Dana-lo dice mirando fijamente a mi amiga, la cual se cohíbe al verla. - Mucho gusto se...señora. - No tengas vergüenza niña, dime Blue, solo Blue. Tengo mucho que agradecerte por todo este tiempo. - No, no se... perdón Blue, yo estoy más que agradecida por trabajar junto a su hija.- dice mi amiga y sombra y yo me siento feliz de haberla tenido a mi lado. - Está bien, pero pasen, pasen por favor, hay muchas personas esperando por verte. - ¿Qué hiciste mamá? - ¿Yo? Nada, pero ya lo verás. ¡Diablos! Con el alma en un hilo entramos en la casa y todo está tal cual como cuando me fui. Mi madre nos lleva hasta el patio trasero y ahí veo la hermosa recepción que han preparado para mí y a todos los que dejé. Hay un cartel colgado de unos árboles que me da la bienvenida y la mesa puesta para el familión, los mellizos al verme, corren hacía mí y me abrazan. -Hermana, te he extrañado tanto. -dice mi bella Melanie, que está casi de mí porte. Sí, recuérdenlo soy bajita y que decir de Cameron, ya es todo un guapo jovencito. -Ay melodramática, si estuvimos con ella para su cumpleaños. Hola mi actriz favorita. -Hola mis peques, que grandes están. -Y bellos ¿no? ¿Cómo estás mi peque? - ¡Val! - señor, la dotación de lágrimas no será suficiente esta vez, mi bella hermana viene con mi ahijada Sofía en sus brazos y yo me derrito de amor. Ambas. Nos abrazamos y mi pequeña Sofía me da besitos y limpia mis lágrimas. Nuevos abrazos y más llanto del esperado se acopia, al ver a Ethan y Bruno con su hija, Hanna. -Ya suéltala, mujer. La vas a desarmar.-Le dice Bruno a Val y ella lo mira molesta. -Jajaja los extrañé tanto. -Y nosotros a ti princesa.-Ethan me tiene tomada como si me fuera a escapar y no sabe cuán bien me hace sentir su cercanía. -Pero sólo hay alguien que te ha extrañado más que cualquiera de los que está aquí -esa voz, no puedo... esto me abruma-. Hola, hija. -¡Papi! -me suelto del abrazo de mis hermanos y corro hacia el hombre que considero mi padre. Adam Scott tiene en sus brazos al pequeño Elliot, que me mira con ojos extrañados, papá estira su brazo libre y yo me acuno en él, sintiendo ese calor que tanto necesitaba. De verdad que ahora sí siento que he hecho lo correcto. -Es bueno tenerte entre nosotros mi pequeña gigante.-me dice al oído y luego besa mi coronilla. -Papito, perdón...- quiero decirle muchas cosas, pero se me atragantan las palabras y él es el que habla. -Nunca pidas perdón por tus actos, todo lo que has hecho en la vida tiene una razón de ser y debo decirte que soy el padre más orgulloso del mundo de solo ver en lo que te has convertido, eres mi gran estrella en el firmamento. -Te amo, papi. -Y yo a ti, mi pequeña. -Ya, para Scott y déjame saludar a mi sobrina. -¡Aston! -me limpio los mocos con la manga de mi chaqueta y ahora recibo el abrazo de mis tíos. Paso de abrazo en abrazo, pero me falta alguien y no es en quién piensan... -Estás tan linda, cariño-me dice Gypsia, mientras toca mi cabello rojo fuego. -Y tú no cambias, sigues tan regia mujer, estás como el vino. -La buena mano, sobrina, la buena mano. -Ya cállate, Scott.-lo reprende Gypsia y todos reímos con esos dos. -Hola pima. -Hola preciosa. Estás toda una señorita -beso a la bella Kat y luego a la tía Gypsia. -¿Y el abuelo? -Aquí estoy mi pequeña. -y sí, ahí estaba quien me faltaba, mi viejito bello, viene en su silla de ruedas, pues ya de un tiempo a esta parte le cuesta mucho caminar, lo trae su ama de llaves y lo deja frente a mí. -¡Abuelito!- me lanzo a el y me siento en su regazo. -Hola mi princesa.-dice mi viejito, limpiando mis lágrimas con su pañuela de tela que nunca falta para un caballero como él. -¿Cómo estás Gloria? -Buena tarde, señorita Alma, es un gusto volver a verla. -Tan formal vieja inconsiderada, no te hagas la compuestita delante de todos si ya te conocen. - mi abuelito y la señora Gloria tienen una relación de amor/ odio, desde que nos fuimos de España, pero debo de agradecerle que no lo haya abandonado como lo hizo mi padre biológico. -Viejo cascarrabias. -Ustedes dos no cambian. -me río de esos dos y en eso mi mamá vuelve a hablar. -Familia, Rosita dice que podemos sentarnos, pues la comida está lista. - ¡Por fin! Tenemos hambre- exclaman los mellizos y todos nos dirigimos a la mesa que está adornada con exquisita comida. Aprovecho de presentar a Dana a mi familia y luego nos sentamos a cenar, entre risas e historias de todos los presentes se pasa la tarde y llega la noche. Cómo extrañaba a mi familia.