-Thomas Scott Soré-
-Bueno hijo, ya la viste...-dice mi padre tomando mi hombro. Estoy en la que era mi habitación en la casa de los Hamptons mirando por la ventana, mi enana se ve radiante y me alegro de verdad al verla feliz, pero me molesta que esté aquí, ella debería seguir en los Ángeles, lejos de toda esta m****a.«tu m****a, Thomas »
Llegué con papá hace unas horas, según él debía entreegarme unos documentos que se le quedaron en el despacho de la casa y necesitaba que los revisáramos juntos y yo, caí.
Cuando entramos a la casa la cara de regaño de mamá al verme fue de aquellas que le daba a Adam Scott cuando algo la hacía enojar y me dolió, pero quién era yo para decirle algo, ya la había cagado.
Flashback
-Al fin recordaste que tenías familia.
-Cielo...-trata de mediar papá, no logrando nada pues ella se lanza a hablar.
-Nada de cielo, Adam Scott. Thomas sé que no estamos en los mejores términos, pero eres nuestro hijo y nos importas-veo los ojos de mamá y sé que está enojada conmigo, por como la dejé ayer sin siquiera preocuparme por ella, pero también veo dolor y sé que eso se lo he provocado yo con mis decisiones. Después de salir de la casa y haber despotricado contra medio mundo y sobretodo contra ella, lo pensé y creo que estaba culpando a otros de mis propios problemas, pero yo no era de arrepentirme y ahí me tenía frente a ella con la misma cara de soberbia que le daba a papá. Lo que no me esperaba era que corriera hacía mí y me abrazara por la cintura-No desaparezcas más mi compañero de batalla, te he extrañado y lo siento por todo lo que dije ayer.
-Mamá, perdón...-Es lo único que sale de mi boca. Sé que está llorando, sus lágrimas están mojando mi camisa y solo atino a cubrirla con mis brazos, sintiendo eso que tanto me había faltado... Su calor.
-Ella llega hoy. - me dice de repente ¡Dios!, eso no me lo esperaba, miro a mi papá con sorpresa y enojo, no quiero que ella me vea así, no ahora.
-No te preocupes, me iré antes, ya no puedo detener que llegue ¿no?. - Sonrío con suficiencia y vuelvo a mi cara de desprecio y molestia, sé que esta fue una encerrona de don Adam Scott y se las voy a hacer pagar.
-No, cariño. Si ella está aquí es porque el destino ha decidido que llegase y no sabes lo feliz que estoy por volver a tener a toda la familia reunida.- dice mi madre y ahora su abrazo me quema. Ella sabe mis motivos para no tenerla cerca, pero creo que está priorizando sus propias culpas.
-Creo que es lo mejor.- digo sin perder la poca cordura que me queda, porque quiero salir corriendo de aquí, necesito volver a mi paraíso, ahí es donde mejor me siento.
-Estoy de acuerdo con Thomas, Cielo. El momento para que ellos se vean debe ser otro. Hoy, Alma vuelve a casa y no quiero que vuelva a escapar. Ella ya decidió y nosotros tenemos que respetarla.- «créete tus palabras Scott a mí no me mientes» ...
-Por la misma razón les digo a ambos, si ella te quiere ver y luego de eso decide nuevamente irse, les pido que la respeten. Ya hemos hecho mucho por alejarla y al final, todo ha sido en vano.
-Mamá.
-Suficiente, esta vez no voy a intervenir, si Alma viene solo por este corto tiempo lo aceptaré. Ella ya no es la niña que dejamos sola por cuidar de ti y ¡Dios! No saben cuanto me arrepiento de no haber estado para ella cuando también me necesitó. Quédate, no importa si no se ven hoy, pero quédate con nosotros por favor...
Fin del flashback.
Y aquí estoy, apretando mi bastón, mientras la veo reír junto a los mellizos y a mis hermanos mayores, se ve tan linda y vivaz que quiero salir corriendo a abrazarla y decirle que todo lo que hice fue por su bien, por que no soy lo suficientemente bueno y que aún la quiero. Cada día me entiendo menos, a veces la quiero ver y sólo he hecho todo lo contrario.
-Sí, papá. Se ve bien.
-Eso es lo que quiere aparentar, pero si me precio de ser un buen abogado y saber leer a la gente, mi hija sufre hasta el día de hoy.
-Lo siento...
-No es a mí al que debes ofrecer perdón y lo sabes.
-Papá, solo quiero verla feliz.
-¿Aunque eso signifique que esté con otra persona? -mi corazón retumba en mi pecho y siento que el aire se sale de mis pulmones, por supuesto que no la quiero con alguien, nadie se la merece, pero ¿Quién soy yo para exigirle algo? Nadie.
-Y ¿Qué quieres que haga? Ya lo hecho, hecho está, papá.-respondo molesto, con un sabor amargo de boca por lo que acabo de escuchar.
-Entonces ¿seguirás con ese estúpido compromiso?
-Natalie...
-Natalie nada, Thomas. No hipoteques tu futuro por una estupidez.
-¿Me lo dice el que me crió haciéndome sentir que no valía nada?
-Hijo...
-Basta, papá. Ella no se merece esto-me indico y la mirada de mi padre se intensifica.
-Pero ya estás recuperado y...
-Y soy un asco de ser humano.
-Thomas...
-Lo sabes, ya sé que tú has hecho muchas cosas para cubrirme al igual que mamá y no me siento orgulloso por ellas, pero esto es lo que verdaderamente soy. Ya creé mi destino y en esa historia no hay cabida para Alma, ella no se merece a la m****a de ser humano que soy. Yo... yo no soy digno de siquiera un mínimo de su atención.
-Entonces, ¿le volverás a romper el corazón el domingo?
-Puede ser que ya ni me recuerde, está feliz, mírala, apuesto a que ni ha preguntado por mí.
- Thomas. no ves que esto es bueno, el que ella volviera es un designio hijo, ¿no lo ves?
-No, papá. Lo que veo es que todo lo que he hecho para alejarla no ha funcionado y que ahora la tengo a menos de doscientos metros y quiero salir corriendo para que no me vea.
-Eres un tonto...
-¡Todo un Scott! En eso es en lo que me he convertido, padre. Todo aquello que me hizo daño desde que nací y que renegué es lo que ahora soy.-mi padre esboza un sonrisa triste y se acerca a mí.
-Lo siento, hijo. Yo...-No lo dejo hablar, las palabras ya no sirven.
-No tanto como yo.
-Te dejaré descansar, o ¿esperarás a que todos se duerman para irte?
-Me iré, cuando se hayan dormido, es lo mejor.
-Está bien, no te detendré.
-Gracias.
Mi padre me da unas palmaditas en el hombro y sale de la habitación, dejándome solo en mi miseria.
Vuelvo a mirar por la ventana y la veo nuevamente reír, ahora está con la chica que la acompaña desde que inició su carrera. Sí, por supuesto que sé todo lo que ha hecho ella, conozco cada uno de sus proyectos, quienes la acompañan y hasta dónde vive. Nunca me a dejado de importar, porque ella es y seguirá siendo la única.
Cerca de las dos de la mañana, comienzan a irse las visitas y veo como ella se despide de todos con un fuerte abrazo. Ya me ha empezado a doler la espalda y aunque el dolor es extremadamente fuerte, el dolor que siento en el pecho es mayor aún. ¿Será posible que quiera hablar conmigo? ¿Me querrá ver? Como puedo me aproximo a mi cama y me siento en el borde, abro el cajón de mi mesita de noche y encuentro la cajita de terciopelo azul que quedó guardada desde hace cuatro años, la abro y veo el pequeño rubí coronado por pequeños brillantes y nuevamente una lágrima se asoma por mi mejilla.
-Si no te hubiera sacado de mi vida...
«Pero él hubiera no existe Thomas» lo sé y hoy mis cartas ya fueron echadas, no hay vuelta atrás y debo vivir con mis propias decisiones.
Doy un suspiro, guardo la cajita en el mismo lugar y escucho su voz en el pasillo, viene con su amiga hablando animadamente, así que pongo atención a lo que dicen...
-Es que de verdad Alma, ¿todavía no te sacas a ese chico de la cabeza? -¿Será que están hablando de mí? debe serlo, soy el único en su vida.
-Ay Dana, es que esos ojos, dios amiga, esos dos pozos azules me hicieron sentir algo ... no sé, pero siento que lo conozco de toda la vida.
-Uy, amor a primera vista jajaja.
-Jajaja cállate, bruja. No sé, pero de verdad necesito saber quién es. Mi salvador debe ser recompensado.
-Estás absolutamente loca, Alma. Habla con Jex, a lo mejor él puede lograr algo.
-Tienes razón, en la mañana le pediré que me ayude para averiguar quién era mi salvador.
-Aww, con tal que no sea un psicópata.
-Idiota, pero por ese psicópata me dejo seducir.
-Ay mi ASS que feliz me haces al escucharte tan contenta.
-Te gustó mi familia.
-Son todos muy lindos y me han tratado muy bien, así que prueba superada, acertaste, no comen carne humana.
Ambas ríen nuevamente y luego escucho como su puerta se cierra, al final no era yo a quién se refería, pero ¿quién será? Ella hablaba emocionada de ese hombre y creo que eso no me gustó. Puede que la dejara para que no esté conmigo, pero tampoco quiero que otro la posea...