Algo que debía reconocer Luciano era que, Barbara lo conocía bastante bien. El haberse conocido y haber hecho una sociedad, le había traído muchos beneficios, no solo a él, también a ella, pero, todo eso claramente había hecho que él descuidara a su hija, para enfocarse en aquellos jugosos negocios.
Barbara en los 3 años que llevaba de conocerlo, había aprendido a leer a Luciano, sabía por dónde entrar y cómo hacerlo, solo había “algo o alguien” con quien no estaba dispuesta a lidiar, ya que ese “alguien” no era de su agrado y por como escuchó, el desagrado era mutuo.
Tras algunos tragos, Luciano y Barbara salieron del lugar, luego el hombre se fue a su casa a revisar todo lo relacionado con la compra de aquella importante compañía, olvidándose de todo el drama que lo rodeaba.
Mientras aquello sucedía, Teresa en el hospital, finalmente veía cómo Almendra se había quedado dormida tras llorar por largo rato.
La mujer estaba preocupada, pues la pequeña Almendra no había querido probar b