Paloma dejó caer su cuerpo en uno de los sofás que se encontraban ahí, no podía creer aquella noticia, Aldo, al ver la reacción de su esposa, se unió a ella y la abrazó.
- ¿Está completamente seguro de lo que dice, doctor? -preguntó Aldo incrédulo.
- Creí que Luciano les diría. Lamento tener que darles esta terrible noticia, pero los resultados no fallan y menos cuando ya estoy viendo síntomas con más frecuencia, ahora, necesito que me ayuden a localizar a Luciano, pues Almendra necesita una transfusión de sangre con urgencia.
Paloma aún no podía salir del shock de la noticia, cuando Santiesteban ya estaba solicitando cosas, ella sintió un enorme hueco en el pecho, pues Luciano no era el único que traía a su mente los recuerdos del pasado.
- Señor Pellegrini, necesito que Luciano autorice la trasfusión, sé que suena lógico hacerla, pero tratándose de un menor, necesitamos la autorización y debe ser rápido, ya que los órganos como el corazón y cerebro, se pueden ver afectados por falta