Isabella respiró hondo y habló con voz firme:
—Activemos nuestra contra respuesta ahora mismo. Tenemos todo preparado.
La batalla mediática continuaba, pero esta vez con la empresa unida, respondiendo de forma ágil y transparente. El nudo en el estómago de Isabella no era por miedo, sino por la certeza de que la guerra apenas comenzaba, aun cuando Celeste parecía al borde del abismo.
La mañana siguiente amaneció inusualmente cálida, con el cielo despejado y un aire pesado que presagiaba tormenta, no en el clima, sino en los titulares.
Celeste caminaba decidida por los pasillos del hotel donde se celebraría la conferencia de lanzamiento. Iba vestida impecablemente, como si aún pudiera controlarlo todo. Su mirada altiva ignoraba las cámaras que comenzaban a reunirse a la entrada. Aún creía tener algo de poder.
Lo que no sabía era que, mientras caminaba hacia el podio improvisado donde esperaba “limpiar su nombre”, todo se alineaba contra ella.
En una sala contigua, Dani sostenía un auri