capitulo 10. unas bestias
Velkan abandona el castillo un tiempo después de enterarse que Evelyn ya estaba sumida en el sueño, es que desconfiara de ella, sin embargo, debía de protegerla de que no quisiera escaparse y salir justamente cuando él no estaba cerca.
Dejando a Carl al cuido del castillo y él abandona su hogar para ir a las regiones cercanas de Biertan. Le tomaría poco tiempo en llegar a algunas de las tierras que deseaba investigar, sin embargo, por lo menos investigaría algo.
Entre la espesa nieve de las montañas y el fuerte viento, Velkan cabalga su mejor caballo en dirección a los pueblos con la esperanza de entender porque Vasile trajo a tantos rebeldes.
[…]
Carl recorre como de costumbre los rincones del castillo confirmando que todo estaba en orden, el vampiro se queda parado frente a un gran ventanal el cual sus cortinas estaban corridas, mira la basta montaña y los picos blanquecinos de la misma.
—Carl—este observa por encima de su hombro —. Todo está tranquilo por alrededores del castillo.