capitulo 28. discutiendo con los ancianos
Un líquido caliente empieza a recorrer por su cuerpo que lo obliga a bajar la mirada, frunce el ceño y suelta a Velkan, luego siente que tiene algo clavado en su cuello, sube su mano y siente algo filoso encajado en su piel.
—¿Qué es esto? —se da la vuelta y ve a su hija mirándolo con los ojos abiertos —. ¿tu? ¿Cómo pudiste hacerlo?
—Por mi madre.
—Llevas mi sangre, ¿Cómo pudiste hacer esto?
Evelyn retrocede al ver que el empezaba a dar pasos hacia ella, pero finalmente cae el asuelo, rápidamente nota como el poso de sangre se forma bajo sus rodillas y supo entonces que de esa no se salvaría.
Finalmente, había terminado con la maldición que la ataba a su padre.
—No podías… tu no podías…—Vlad sentía que se estaba quedando sin sangre, y le era inútil sacar aquella arma de su cuerpo.
Se queda arrodillado mientras que observa a la bastarda de su hija, luego de eso otra sombra aparece de la nada y sus ojos se agrandan.
—Pensaste que estaría lejos de lo que me pertenece.
—¿Tu? Maldita.
—He