Cuando Monique se despertó a la mañana siguiente, Joshua ya no estaba a su lado. En lugar de levantarse, permaneció acostada en la cama, abrazando la almohada. Aún podía percibir el aroma masculino de Joshua en la almohada que él había usado. Monique no pudo evitar morderse el labio inferior al recordar los momentos íntimos que habían compartido. La noche anterior habían estado a punto de cruzar una línea, y habría sucedido si Joshua no hubiera ejercido autocontrol. Tal vez, si él no se hubiera contenido, ella se habría entregado por completo.
Monique también se preguntaba por qué Joshua se había contenido, a pesar de que ella sabía que él estaba tan afectado por sus acciones como ella. Esa noche había podido sentir su excitación. Tal vez estaba pensando en sus padres, que estaban en la habitación contigua. Quizá los respetaba a ella y a sus padres, sabiendo que ella quería entregarse a su futuro esposo. También sentía un poco de timidez al pensar en decirle a Joshua que estaba lista.