—¿¡QUÉ!? —Monique se inclinó hacia Amy, esforzándose por escucharla por encima de la música estruendosa del bar.
Algunos de sus amigos las habían invitado a salir al bar para despejarse un poco. Monique decidió acompañarlas, ya que no tenía planes después de que Amy la recogiera en su departamento. Parecía que Amy extrañaba salir después de que su pie se hubiera recuperado.
Monique no tuvo más opción que ir con ella, ya que ya le había informado a su novio, Joshua, sobre la salida. Joshua quería acompañarlas, pero no pudo porque tenía que terminar una propuesta para una reunión al día siguiente. Además, insistió en que Monique fuera cautelosa con sus bebidas: no debían dejarlas solas y nunca deberían abandonar la mesa todas a la vez. Siempre debía quedarse alguien cuidando. Joshua estaba preocupado por la posibilidad de que alguien les adulterara las bebidas y quería asegurarse de que estuvieran a salvo.
—No tengo ganas de beber ahora —respondió Monique, notando que apenas había tomad