—Clarinda.
Monique saludó a Clarinda con una sonrisa al visitarla en la Pet Clinic. La había visto salir de su oficina y, después de un breve intercambio de palabras, se acercó a ella.
—Monique, querida —respondió Clarinda, acortando la distancia entre ellas. Le dio un pequeño beso en la mejilla como saludo.
Monique no esperaba la visita de Clarinda en la Pet Clinic ese día. No había recibido ningún aviso previo; se sorprendió cuando Marisa le informó que tenía visita. Normalmente, cuando Clarinda planeaba verla en la clínica o incluso en su condominio, le avisaba con antelación.
—¿Qué te trae por aquí? —preguntó Monique después de un momento.
—Tenía unos mandados cerca de tu Pet Clinic y pensé en pasar a verte —respondió Clarinda con una cálida sonrisa.
—Ah —respondió Monique—. ¿Cómo has estado? —inquirió.
—Bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo está Joshua? —preguntó.
—Ambos estamos muy bien, Clarinda —respondió Monique con una sonrisa—. Joshua me cuida mucho; es un esposo maravilloso.
Joshua