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Almas de carbón

Almas de carbónES

Suspenso
Leonel Sarpa  Completo
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18Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

CrimenPsicópataLocoOscuroContemporáneoprotagonista masculinoDios

La perturbada mente de Charley, unida a una dura vida en las minas de carbón, es la amalgama perfecta para que se transforme en un asesino serial, en busca de un objetivo dictado por una voz en su cabeza a la cual llama “Dios” y a la que busca satisfacer al mismo tiempo que disfruta sus actos dantescos. La esquizofrenia y la ambición van de la mano en esta historia escalofriante.

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Último capítulo

  • 18

    Todo eso se le hizo sospechoso y le siguió sin que se diera cuenta hasta las minas abandonadas del señor Clark. Se apostó en las afueras de la entrada y descubrió que el hombre no estaba solo, sino que con él había dos más. Viendo que era fácil deshacerse de ellos cuando salieran a buscar provisiones y que en cualquier momento podían huir si iba a avisar a los demás, prefirió atacarlos primero a riesgo de su propia vida. Persiguió a los dos que salieron a la siguiente noche, uno fue por agua y el otro por frutos o animales. Primero atacó al del agua y lo venció fácilmente, luego hizo lo mismo con el otro, aunque le costó más trabajo, pero lo dominó al final. Amarró a ambos y les hizo ir hasta la mina, donde le indicaron dónde estaba la señorita Rachel. Luego la buscó y redujo al otro bandido, encerrándolos a todos en el luga

  • 17

    La había acostumbrado a su forma de ser y de amar, o al menos eso creía. La dominaba a su antojo y le daba lo que el enclenque del novio no supo darle. No era de extrañar que ella se enamorara de él, un hombre de verdad, fuerte y sin misericordia, con un carácter masculino y músculos como acero. Además no era feo, medido al lado de los que había conocido estaba mejor que la mayoría y en la cama se convirtió en un experto, provocándole más orgasmos a ella que los que había tenido él mismo en toda su vida. Todas las reflexiones que cruzaban por su mente encontraban un obstáculo, y era las condiciones en que se encontraban. Charley era prácticamente analfabeto, pero a fuerza de observar y de analizar a las personas que le rodeaban, sabía que el ser humano era muy complicado y engañoso. Los animales son mucho más sinceros, pero nosotros podemos engañ

  • 16

    Sabía que mientras más caos y desorden hiciera, más oportunidad tendría para aumentar el tiempo de huida. Se sentía indetenible, implacable. Él solo se burlaba de todo un cuerpo de policía y de un millonario con cientos de hombres buscándole. Creció más de lo que cualquiera hubiese crecido con sus limitaciones. Era un verdadero guerrero, marcado para dirigir en lugar de seguir. Ya ni siquiera pensaba en el reconfortante fuego que consumía la materia en sus aburridas tardes en su lugar de nacimiento, ni el retorcido gusto por ver los restos mutilados por el tren. Ahora la satisfacción tenía que salir de sus manos, crear él mismo el destino de los demás, no recrearse en las consecuencias de actos fortuitos o en la mala habilidad de escapar de un viejo borracho ante los incendios provocados y que se asó ante sus ojos en medio de gritos escalofriantes. Ya no veng

  • 15

    Al día siguiente se aparecieron los empleados de la casa de subastas con uno de sus directivos y se llevaron más de la mitad de los caballos. El señor Thomson adoraba a sus corceles, pero más adoraba su dinero y sus propiedades. Se trazó un plan para deshacerse de todas las cosas posibles sin tener que tocar sus reservas de oro en el banco ni vender ninguna propiedad. Ahora que la vida de ambos jóvenes corría peligro, la familia real de Holanda tendría que poner parte del rescate o no se lograría nada con los raptores. La policía tenía mucha confianza en que se recuperaría el dinero después de la entrega e insistían que el metal fuera la mayor cantidad posible del rescate, para dificultar la huida de los malhechores y propiciar la persecución por parte de las autoridades. Nadie podría marcharse con esa cantidad absurda de oro sin ser visto y perseguido

  • 14

    La búsqueda en la propiedad duró tres días, luego se extendió a las vecinas con la colaboración de sus dueños, que pusieron recursos y personal para ayudar. La policía averiguó entre todos los trabajadores y después en los pueblos vecinos y en la ciudad. La mayoría de los empleados estaban sumados a la búsqueda y el señor Thomson no se apartaba de la policía. Charley estaba a punto de aparentar descubrir la nota de los captores que Jacob había pasado por alto, aunque sabía que si lo hacía, atraería hacia sí las sospechas. Por suerte Jacob encontró la nota que sobresalía un poco de la alforja que colgaba en los establos y se la llevó al señor de inmediato. Entonces la policía abrió un proceso de investigación por secuestro y extorción y cerró la de desaparición. Establec

  • 13

    Allí, en la comodidad de su cama, calculó que la distancia del túnel debería ser de unos ciento cincuenta pies con una inclinación de quince grados. De lo contrario tendría que hacerlo o muy largo o muy inclinado. Muy largo dilataría mucho el trabajo y muy inclinado sería imposible para él solo al momento de sacar la tierra escavada. Tenía que empezar y terminar la obra desde el lado opuesto al lugar de la entrega para no dejar pistas que pudiese llevar a alguna sospecha. Llegó a la conclusión de que no necesitaría de pilares de soporte para algo así, porque haría el techo del túnel en forma de arco, para que el peso de la tierra sobre él se dirigiera hacia los costados y no sobre el vacío. La excavación sería un poco incómoda por la estreches que quería darle, a fin de prescindir de maderos que harían muy trabajosa la

  • 12

    Con esa enorme fortuna pasaría de ser un mísero aprendiz a ser el más grande de todos los tiempos. Su nueva posición de millonario sería el acomodo perfecto para disfrutar lo que era, así tendría a su alcance todos los medios para hacer de su talento oculto y prohibido, la luz que despojara al mundo de la maldad oculta en los seres que eran títeres de las fuerzas oscuras. Respaldado y protegido de la sociedad por su dinero y posición, se mantendría oculto de los que no podrían entender el papel que él tenía en este mundo de idiotas que se conformaban con ser meros seres humanos, cuando podían ser como él, el reflejo de un dios o llegar incluso a ser un Dios él mismo. Quizás fundaría una nueva religión donde todos fueran sus soldados y mandaría sobre ellos como mismo hacía la voz con él.No estaba equivocado. En

  • 11

    . Cuando terminó faltaban unas dos horas para amanecer, así que se tendió sobre los cuadrados de heno y descansó hasta que comenzara la jornada. Sabía que no iba a poder dormir por el esfuerzo realizado y por la excitación de los sentidos, pero a cambio se sintió como nunca antes, ni siquiera cuando imaginó ser el dueño de medio mundo. En el momento que se enfrentó al asesino de Estrellita no sintió ningún placer, el dolor de perderla no le permitió concentrarse en lo que sentía por matarlo. Además, estaba motivado por la venganza e inconscientemente le atribuyó las ansias de matar a ese sentimiento. Ahora había sido distinto. La acción no estaba justificada del todo. De hecho, se podía haber solucionado de otra manera, pues la acusación era fácil de rebatir y el anciano siempre iba a estar de parte de su nieta. Pero desde q

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18 chapters
1
Almas de carbón/Leonel Sarpa
      Charley Hastings apenas tenía nueve años cuando comenzó a odiar el carbón y lo hizo sin darse cuenta, progresiva y lentamente, como un insecto que se metamorfosea en otro completamente distinto, pero al mismo tiempo continúa siendo el mismo. No lo vio llegar, ni sintió cuando se le posó en la piel, apoderándose poco a poco de cada pedazo de su cuerpo y siguiendo luego con sus pensamientos, sus ideas, sus sentimientos, llegando por último a su alma, ennegreciéndola con el paso del tiempo… o al menos eso era lo que pensaba años después, mientras observaba cómo se consumía entre las llamas, el cuerpo sin vida de una completa desconocida que acababa de violar y asesinar, pero para llegar a ese punto tubo que transcurrir muchos años.    Sentado en una roca, bajo el breve techo de zinc que tapaba algo parecido a un portal en
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2
Almas de carbón/Leonel Sarpa
    No obstante Charley, que no tenía ni la más mínima idea de lo anterior expuesto, no podía evitar el comenzar a trabajar junto a su padre y a su hermano cuando cumpliera los trece años. Él pertenecía al grupo con menos suerte de todos, los que trabajaban en las minas por pura tradición familiar, sin poder escoger ni protestar, no porque no tuviesen una opinión propia al respecto, sino porque no conocían otra cosa. Para ellos ese era flujo natural de la vida. Si naces en un lugar donde hay guerra, asumes que dado el momento, tú también tendrás que tomar un arma y luchar contra un enemigo que ni conoces, en una pelea que no entiendes. Si naces en un pueblo pesquero, terminas pescando antes de aprender a correr. Si naces en la realeza, rodeado de lujo y buena comida, creces pensando que lo más natural del mundo es vivir sin hacer otra cosa que gastar dinero en todo lo que
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3
Almas de carbón/Leonel Sarpa
    Cuando todos se acomodaron, en medio de un murmullo de señoras, se escuchó una voz clara como el cristal que comenzó a cantar, siguiéndola de inmediato todos los presentes hasta sumergirla en un cántico general donde no se distinguía ninguna individualidad. Al unísono de la melodía que llenaba el alma de Charley de una extraña sensación, por el pasillo central se acercaba el cura seguido por el mismo monaguillo de la campana que caminaba cabizbajo. Terminó la canción y el hombre hizo la señal de la cruz y dijo algunas palabras seguidas por una respuesta del pueblo allí reunido. El chico se impresionó por la coordinación de todos y por el respeto con el que era mirado y tratado el sacerdote que oficiaba la misa. Luego comenzó a hablar en una lengua extraña para Charley, que no logró entender por mucho que se esforzó, pero que l
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4
Almas de carbón/Leonel Sarpa
    El padre de Charley trabajaba en una de las brigadas de extracción, pero el hermano todavía no se había ganado el puesto, por lo que lo hacía en la brigada de los pilares, que eran los encargados de retirarlos después que se agotara el material de la grieta. A medida que se abandonaba la grieta, se sacaban los troncos de madera y se destruían las columnas de carbón, extrayendo el mineral en retirada, teniendo que salir huyendo a menudo con la muerte pisándole los talones tras el colapso del techo despojado de sus soportes, sepultando en más de una ocasión a los vivos junto a los muertos sin familia que dejaban atrás para no tener que enterrarlos. En esta brigada trabajaban los jóvenes fuertes y rápidos, mientras que a los más pequeños como Charley se les asignaban tareas menos peligrosas, pero no menos difíciles. Durante la jornada sacaban el mineral en
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5
Almas de carbón/Leonel Sarpa
Así Charley retomó su vida donde la había dejado. Con cada revelación y mientras más crecía la comunicación con su interior, mejor se sentía consigo mismo. Con el tiempo llegó a comprender que tendría que tener paciencia. Dios le decía que un día saldría de esas sucias minas y sería una persona grande e influyente como las que veía en los periódicos que leía. Trazaron un plan para después de hacerse rico que acabaría con los demás Dioses falsos para siempre, formando un ejército de valientes guerreros que irían por el mundo aniquilando a todos los que no lo tuvieses a él por líder. La voz le confesó lo que hace tiempo sabía y era que no se encontraba solo en la lucha, pero le dijo que pronto sería el líder de todos y cada uno de sus seguidores, un rey que tomaría las riendas de su ar
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Enseguida supieron que estaba enamorado de la puta y cuando un hombre se enamora, no importa que sea una santa o la peor de las mujeres, para ese hombre es su vida y la única manera de pagar su pérdida es con otra vida. Charley había escuchado a su contrincante hacer varias veces las historias de sus peleas en las barracas y sabía cuál sería su próximo movimiento casi con absoluta seguridad. Muchos de los presentes se apresuraron a hacer apuestas en las que el muchacho salía perdedor por un amplio margen, aun así se encontró entre la multitud quienes pusieron su dinero a favor del delgado e impasible joven, esperando que un milagro llenara sus bolsillos.   — ¿En serio, muchacho. Vas a morir por una prostituta? ¿Acaso tu padre sabe que estás aquí?    Al no obtener respuesta, o mejor dicho, al no obtener otra respuesta que el silencio y al ve
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  Y prosiguió su camino, perdiéndose entre una nube de polvo negro que se mantuvo en el aire durante varios minutos antes de disiparse, marcando la ruta andada por el automóvil desde la mina hasta el horizonte.  Pasaron dos semanas y ya Charley se había olvidado por completo del incidente, cuando uno de los capataces se le acercó y lo tocó por el hombro, indicándole que le siguiera para hablar en otro lugar menos ruidoso. Cuando salieron de la caldera el hombre le dio un papel y le dijo que el señor Thomson quería que se presentara en su casa el domingo por la mañana.  —Pero yo no sé dónde es eso.  —Está en el papel, cinco millas al norte de aquí.  Charley no era tonto. Estaba seguro que el reclamo del dueño era debido al incidente del auto. Quizá quería que fuera su mecánico o hasta su chof
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Almas de carbón/Leonel Sarpa
  — ¡Ja, ja, ja! Claro que nunca has visto algo como esto. Es un caballo árabe. Es una joya que me costó una fortuna para mi nieta. ¿Sabes cuánto mide? Ciento cincuenta y siete centímetros, todo un gigante dentro de su raza. Y más importante todavía, tiene diecisiete costillas y cinco vértebras lumbares. Algo así es muy poco común, por eso es que tiene la cola tan parada y se lo voy a regalar a mi niña por su cumpleaños.  El señor Thomson estaba muy alegre, jovial y conversador, algo que no era muy común, ya que se enojaba muy fácilmente con cualquier problema y teniendo tantos negocios y propiedades, los problemas eran casi diarios. Tomó al joven por el brazo y lo condujo fura de las caballerizas.  —Mira —dijo señalando un espacio vacío—. Allí es donde mandaré a construir un lugar sol
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Otra cosa era su carácter siempre cambiante por culpa de los negocios, cosa que se tomaba muy en serio. Si se le molestaba con cualquier nimiedad cuando estaba enojado, era capaz de golpear él mismo al desdichado con una fusta para caballos que eternamente llevaba en su mano izquierda, mientras en la derecha portaba el bastón de madera negra tallada, el que usaba cuando le dolía caminar.La señora y esposa del señor Thomson era muchísimo más joven que él. Después que la primera falleciera, el señor se tomó unas largas vacaciones de cinco años sin estar comprometido sin mujer alguna, aunque se decía que visitaba a menudo un burdel de categoría en la capital del país, donde tenía una amante francesa de dieciséis años que le hizo perder su equilibrio financiero en cuanto a gastos. Luego se apareció un día con la señora Beatriz
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Almas de carbón/Leonel Sarpa
  —Hace unos años tuve una novia y usted se le parece mucho, sobre todo en los ojos, si me disculpa la comparación.  — ¿Dónde, en las minas?  Charley se sorprendió que la señorita supiera que él había trabajado en las minas. Entonces dedujo que el abuelo se lo había dicho.  —Sí, en las minas.  — ¿Era trabajadora de allí? —insistió en el tema, con la curiosidad propia de una adolescente que no sabía nada de ese mundo.  —No, en las minas no trabajan mujeres, no aguantarían ni una semana. — ¿Cómo qué no? El trabajo no puede ser tan duro como para que una mujer no pueda hacerlo. Nosotras podemos hacer de todo. En Paris las mujeres hacen exactamente las mismas cosas que los hombres, trabajan, pintan, conducen autos y hasta tienen negocios. &
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