Viktoria:
Su súplica tan inocente remueve en mí todo el sufrimiento que he pasado estos años, creyéndolo muerto y lamentando su ausencia.
Con lentitud, acarició sus dorados cabellos, tan similares a los míos, y liberó un suspiro de felicidad.
Hacía años que no me sentía tan tranquila, tan en paz conmigo misma.
Él se aparta, manteniendo su mirada gacha y se m contrae el corazón.
—No te preocupes, no lastimaré a los Visconti, sin embargo debes valorar tus opiniones. Sé que eres un niño muy listo y que comprenderás lo que está sucediendo. Dime, ¿deseas quedarte a vivir aquí en Italia, o preferirías irte conmigo a Rusia?
***
—Alexis se irá conmigo a Rusia...— anuncio, y los presentes en el despacho me miran con idénticas expresiones de horror en sus rostros.
—¡No puedo permitir eso, Viktoria!— brama Sandro enardecido y yo lo contempló a través de mis pestañas — no puedes demandar que renuncie a mi heredero. Alexis es el único hijo que tengo, el único que tendré ...
Tamborileo con