Liam Jones
Era un alivio para mí, ver a Ava de su salida de la universidad.
La felicidad se desvaneció rápidamente cuando ella me miró con desprecio.
—Liam… no des un paso más.
Eso no me detuvo para nada, tenía una mezcla de nerviosismo y determinación mientras me acercaba.
Estaba decidido a aclarar las cosas entre nosotros, a pedir perdón por lo que había sucedido.
Pero a medida que me aproximaba, sus ojos, que antes irradiaban calidez, estaban llenos de desconfianza y desdén.
—Me alegra verte, Ava —comencé, intentando sonar despreocupado, pero su mirada crítica me hizo dudar de mí mismo.
—A mí no me alegra tanto. No creas que no me enteré de que golpeaste a Brad.
Su frialdad era abrumadora, de seguro Brad aprovechó para tergiversar los hechos.
Mis labios se curvaron en una sonrisa burlona, aunque mi corazón latía con fuerza.
La verdad es que había perdido los estribos cuando vi a Brad acercándose para insultarme.
Al verla defender a su novio, los celos y el orgullo del macho herido