Ava Hills.
En mi taller de costura, Las telas estaban esparcidas por todas partes, listas para ser transformadas en los diseños que marcarían el lanzamiento de mi marca, Ava Fashion Curvy.
Con cada puntada que daba, sentía que iba acercándome más a mi sueño, una meta que había perseguido con pasión y dedicación.
La chica de servicio se ofreció a llevar mis diseños a una habitación para despejar espacio.
Yo me negué porque deseaba tener todo en el mismo lugar.
David, mi mejor amigo y socio, siempre estaba a mi lado.
Aquel día, mientras contemplábamos los modelos que había creado y me ayudaba a elegir uno para medirme, tuvimos un momento de descanso que se tornó algo inquietante.
—Es hermoso, deberías medírtelo y lo aprecio mejor —dijo David, admirando el vestido que había terminado en ese momento.
—Lo haré, pero vamos a tomar un descanso por hoy —respondí mientras pensaba en los muchos detalles que necesitaba ultimar para el evento.
Decidimos salir a la terraza, donde el aroma del té